BERLÍN, 21 de junio (apro).- Desde hace año y medio Norma Andrade no experimentaba la sensación de caminar sola por la calle sin sentir miedo. Incluso en el Aeropuerto de Barajas, Madrid, mientras esperaba el avión que la traería a Alemania, la cofundadora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa no dejaba de sentirse inquieta. Una vez que pisó suelo alemán logró relajarse un poco y enfocar energías para transmitir el mensaje que quiere dejar en este lado del mundo: Que en Chihuahua siguen desapareciendo mujeres y el gobierno mexicano sigue sin tomar en serio la gravedad del asunto.
El pasado jueves 20, la activista mexicana, cuya hija Alejandra fue secuestrada y asesinada en Ciudad Juárez en 2001, recibió junto con Marisela Ortiz el premio Alice Salomon 2013, que la Escuela de Estudios Superiores Alice Salomon de Berlín otorga a mujeres que luchan por la emancipación de su género y trabajan en condiciones adversas.
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