CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Pues sí, respetado lector de la presente, la verdad es como para sonrojarse y se nos caiga la cara de vergüenza ante el mundo en que vivimos donde se dan las acciones más estúpidas, brutales e incluso viles de que somos capaces los humanos ¿movidos por la ignorancia, el miedo, la ineptitud, la necesidad o porque simplemente somos así por naturaleza?… pero el caso es que, parafraseando a Hamlet: algo huele a podrido en la globalidad en que nos movemos y que se nos y sigue vendiendo como democrática, respetuosa de las minorías e incluyente. Quizás exagero, veamos si es así o no.

Como nos vienen informando los medios de comunicación, nos estamos moviendo entre dos hechos no solamente estúpidos, sino que también incluyen maldad, falsedad, cobardía y servilismo, temor: la decisión del presidente de EU, Donald Trump, de construir un largo muro en su frontera con México, con la justificación de proteger a los USA de la inmigración hispano parlante y de ciudadanos de países árabes de Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. El segundo hecho es que ya hay 600 empresas listas para efectuar la construcción del citado muro… y que el 10 por ciento de las mismas son empresas propiedad de hispanos… entre ellas la orgullosamente mexicana Cemex.