“Alrededor de la violencia”

MEXICO, DF (apro).- Señores Proteo, Bartolo Peregrino y Cándido Buenafé, firmantes de cartas a este buzón: siento informárselo, pero no coincido con sus opiniones expresadas en las mismas, pues ustedes, queriendo o sin querer, con ellas apoyan la teoría de que la agresión, madre de las más atroces violencias, está forma parte de la sangre de toda humana criatura, por lo que es imposible escapar a la misma y no nos queda más remedio que sucumbir a sus impulsos, por lo que somos peor que los animales, que, por regla general, no matan ni torturan a sus semejantes, ya que su agresión natural se resuelve en un ritual en el que el más débil, la mayoría de las veces, opta por la huida, dejando el campo libre a su rival. Igualmente, tampoco estoy de acuerdo con sus pensares cuando afirman que no hay que dejarse llevar por el pesimismo, padre del desaliento y la apatía, ya que la agresión y la violencia han servido y sirven para imponer y mantener la ley y el orden en las distintas sociedades que han formado y forman los naturalmente agresivos y violentos humanos.

 



Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí