CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Quienes antes se preocupaban por las constantes críticas y descalificaciones de la sociedad civil a las instituciones gubernamentales, hoy, de repente, se angustian por las hipotéticas expectativas “demasiado altas” en torno al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que se iniciará el próximo 1 de diciembre.
Las mismas voces que antes se regocijaban por el éxito de nuestra fantasiosa “transición democrática” a partir de la alternancia entre el PRI y el PAN, hoy se preocupan por un presunto retorno al autoritarismo inmediatamente después de la elección presidencial del pasado 1 de julio, la más democrática en décadas.
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