CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– “No fue una protesta, fue una provocación”. Esas fueron las palabras que Claudia Sheinbaum pronunció luego de la manifestación del pasado lunes 12, cuando decenas de mujeres exigieron justicia por al menos tres casos de menores que acusaron a policías capitalinos de abusar sexualmente de ellas, pero también por la violencia de género que diario padecen en las calles de la ciudad. Su lema: #NoMeCuidanMeViolan.
La reacción de la jefa de gobierno ocurrió luego de que algunas manifestantes realizaron pintas en la sede de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y lanzaron diamantina rosa a su titular, Jesús Orta. Además, rompieron la puerta de vidrio de la sede de la Procuraduría General de Justicia local (PGJCDMX) y destruyeron mobiliario. La funcionaria advirtió que se abrirían carpetas de investigación por los “actos vandálicos”.
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