MEXICO, DF, 17 de agosto (apro).- Más que una elección por la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN), la contundente victoria de Ricardo Anaya sobre Javier Corral representa la consolidación del grupo hegemónico –un grupo de grupos– que no tiene escrúpulos para emplear las peores prácticas y dinero sin límite para lograr sus objetivos.
La primera fase del proyecto de este grupo se consumó, este domingo 16, con el aplastamiento de Corral –que lo hubiera sufrido Margarita Zavala o cualquier otro–, la siguiente es ganar en 2016 al menos tres de las 12 gubernaturas –Aguascalientes, Puebla y Tamaulipas– y la tercera será definir al candidato presidencial, a cuyo elenco se suma Anaya en primerísimo lugar.
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