Beatriz Pereyra
MEXICO, DF, 18 de agosto (proceso).- El triunfalismo con el que se ha evaluado el desempeño de la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 vuelve a poner de manifiesto que la mediocridad de cosechar medallas a cuentagotas ya es una costumbre de quienes dirigen el deporte nacional.
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