ARGENTINA: EL RECLAMO ORIGINARIO

BUENOS AIRES, 24 de julio (apro).- “Vivir con el esmog de la ciudad es perjudicial para la salud pero no nos queda otra. Para que se escuche nuestra voz tenemos que estar en el acampe. Aun así, la presidenta no quiere oír los reclamos de los pueblos indígenas. Mientras tanto, nos siguen sacando los territorios”.

Israel Alegre es el vocero de la organización Qopiwini Lafwetes, que reúne a 46 comunidades qom, pilagá, wichí y nivaclé de la provincia de Formosa. Instaló un campamento junto con otros 40 indígenas en una plazoleta ubicada en pleno centro de Buenos Aires. Ahora está sentado en una silla de plástico, junto a una mesita improvisada, donde se apoyan el termo para cebar mate y una caja de cartón con una hendija para que los transeúntes puedan realizar su aporte solidario.



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