CUERNAVACA, Mor. (apro).- Lo que inició como un video en redes sociales en el que se denunciaba que “por órdenes de la directora del DIF”, la ayuda proveniente de otros estados de la república sería almacenada en una bodega, se convirtió en una verdadera rebelión que sin importar las amenazas de represión, logró arrebatarle al gobierno el control de la asistencia.
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