CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de importar grandes cantidades de fentanilo desde Asia, los “cocineros” del Cártel de Sinaloa se dedican a mezclar el polvo del opiáceo sintético con otras sustancias, a petición de sus clientes; con ello, producen pastillas con diversos contenidos, destinadas a venderse en las calles de Estados Unidos con enormes márgenes de ganancia, según una investigación publicada hoy en el diario francés Le Monde.
Firmada por el economista Bertrand Monnet, la investigación muestra que el papel de los “cocineros” consiste en trabajar la “base” de fentanilo, comprada a través de intermediarios asiáticos, agregándole “diversos productos, ácidos en particular, o incluso otras drogas, según el pedido”. Así, los químicos pueden agregarle analgésicos de uso veterinario para crear la “tranq”, o “droga zombi”, o cocaína y heroína para producir “speed ball”.
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