CHILPANCINGO (apro).- A casi un año de que el gobernador Héctor Astudillo Flores afirmó que el puerto de Acapulco es un lugar seguro porque los asesinados “no son turistas, ni personas famosas”, ahora reconoció que la ola de violencia es un tema delicado porque se rompió el esquema de que se trataba de “una lucha entre delincuentes”.
El mandatario decidió modificar su postura frente a la dramática situación que se vive en Guerrero, luego de que ayer fueron ejecutados una decena de personas en distintos puntos de Acapulco, entre ellos el empresario restaurantero, Abundio Martínez y un escolta del coordinador de la Policía Federal, David Portillo Menchaca.
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