Lejos de los reflectores, la fama y con escaso apoyo gubernamental, los atletas tarahumaras que triunfaron en los Juegos Mundiales de los Pueblos Indígenas en Brasil enfrentan en el día a día jornadas de trabajo extenuantes en medio de un sistema que los encarcela y priva de sus tierras.
CHIHUAHUA, Chih., (apro).- Con temperaturas muy altas y la humedad en contra, la delegación de tarahumaras que participó en los Juegos Mundiales de los Pueblos Indígenas en la ciudad de Palmas, Brasil, regresó triunfante y orgullosa de haber representado a su etnia ante 28 países del mundo.
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