CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que en su gobierno persisten actos de corrupción de servidores públicos y consideró necesario realizar un cambio generacional apoyado en la moralización de la vida pública, “en purificar la vida pública”.
“Y se debe de ir avanzando porque ese también fue un problema, una mala herencia del periodo neoliberal. No se formaron servidores públicos honestos, con mística, con deseos de servir al pueblo, sino era llegar a los cargos para sacar provecho personal, para enriquecerse, para tener departamentos como ese de Loret de Mola, o departamentos en el extranjero o grandes mansiones, o después de venir de abajo terminar viviendo en una mansión en Las Lomas”, sostuvo.
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