La maquinaria de guerra ya estaba engrasada y fue imposible detenerla

ESTAMBUL (Proceso).– Hace 20 meses Rania tuvo que buscar refugio en las montañas. Esta maestra de la localidad de Jindires y cientos de sus vecinos se resguardaron en las cuevas de las alturas para evitar los bombardeos de los cazas turcos que castigaban las localidades del cantón de Afrin –en la esquina noroeste de Siria–, empeñados en destruir lo que consideraban un nido de “terroristas”.

Las tropas de Turquía y sus aliados de las milicias árabes tardaron pocas semanas en tomar el control del cantón y Rania tuvo que huir hacia el este, recogiendo apenas lo imprescindible para el viaje. Atrás quedaron su casa, sus pertenencias y sus recuerdos de toda la vida. Se estableció en Kobani, localidad bajo control de las milicias kurdo-sirias en el norte de Siria y junto a la frontera turca.

Turquía inicia la invasión del norte de Siria

ESTAMBUL (apro).- Turquía inició este miércoles la invasión del territorio del norte de Siria, controlado por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), una coalición liderada por las milicias kurdas a las que el gobierno de Ankara considera terrorista.

A las 16:00 hora local, los cazas turcos recibieron la orden de atacar. Sobrevolaron las posiciones kurdas y, desde el aire, descargaron sus bombas sobre bases militares, depósitos de armamento y posiciones artilladas.

Estados Unidos y Turquía se declaran la guerra económica

ESTAMBUL (apro).- “Esta va por el Reis”, dice el hombre, en referencia al apodo con que sus seguidores conocen al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan: “El Jefe”. E inmediatamente se ve en un video, que ha hecho furor en las redes sociales turcas, cómo el hombre eleva un mazo y machaca un iPhone. Tras él, varios jóvenes sujetan una insignia de Turquía y hacen gestos nacionalistas. “Esta va por Abdülhamit Gül (ministro de Justicia)”. Y hace añicos otro iPhone. “Esta por Süleyman Soylu (ministro de Interior)”. Otro iPhone destruido. “Esta va por la patria”. Otro más. “Esta por la bandera turca”. Otro más.

¿Por qué unos jóvenes destruyen unos teléfonos móviles que les han costado el salario de varios meses (el precio más bajo del iPhone X en Turquía es de 7 mil 500 liras y el salario mínimo mensual es de mil 600)?