Ante las nuevas condiciones que impone el nearshoring –estrategia que implica la relocalización de compañías estadunidenses en el país– y bajo el compromiso que la administración de López Obrador asumió en enero pasado con Washington, el gobierno de la 4T da vuelta a la tensa relación que mantuvo con los empresarios nacionales y extranjeros en aras de atraer jugosas inversiones. Para atender los reclamos de los hombres de negocios estableció una “ventanilla única” a cargo de la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, y en la que también participa el exjefe de la Oficina de la Presidencia Alfonso Romo.