La ruptura entre las facciones de Ismael el Mayo Zambada y Los Chapitos en el Cártel de Sinaloa generará un reacomodo muy profundo entre los grupos criminales en Michoacán, de acuerdo con un diagnóstico del Observatorio de Seguridad Humana de la Región de Apatzingán (OSHRA).
La organización advierte que para enfrentar la inseguridad y la violencia del crimen organizado es necesario dejar de ver a esta entidad sólo como un escenario de conflictos locales entre grupos pequeños y empezar a percibirlo como un territorio en disputa de entidades criminales más grandes, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) cobra cada vez mayor relevancia.