CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), la obra más ambiciosa y polémica de la administración de Enrique Peña Nieto que se erige sobre el lecho del antiguo Lago de Texcoco, es un desastre ecológico.
Se está construyendo sobre un pantano. Y, para darle solidez a la superficie donde estarán las futuras pistas, se necesitan más de 63 millones de metros cúbicos de tezontle, la piedra roja de origen volcánico que las mineras extraen de las laderas de los cerros, volcanes y depresiones del oriente del Estado de México, lo que afecta severamente el hábitat y a los pobladores de Texcoco y San Salvador Atenco.