Ciudad de México (Proceso).– Marcelo, como buen jugador, se ha adelantado a sus competidores, reales o ficticios. Presentó su renuncia definitiva al cargo de secretario de Relaciones Exteriores el lunes 12 de junio en curso. Ya le fue aceptada. Sabiendo que su permanencia en el cargo no dependía de él, no hizo la promesa de desempeñarlo los cinco años 10 meses que duraría el “sexenio.”
Marcelo sabe que AMLO y Morena están jugando en favor de Claudia y que lo hacen con dados cargados. Que las encuestas, las precampañas y la consulta a la ciudadanía son una farsa para legitimar el destape de la “corcholata” preferida.