TEATRO “La hora Radio Roma 2”

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Cómo se hacían las radionovelas en los cuarenta, antes de que la televisión llegara a México. Cuando a través de la voz y los sonidos se conocían las noticias y se contaban historias. Las radionovelas se escuchaban semana a semana. El melodrama era el género preferido y la moral de su época catalogaba como “quedada” a una mujer de 36 años, como Soledad, la protagonista de una de las historias que nos cuentan en La hora Radio Roma 2.

Estamos ante una cabina de radio de la estación XYZ y los actores se preparan para interpretar su papel, los objetos que utilizarán para hacer los efectos sonoros y el vestuario con el que representarán dos historias de la época: “La Quedada” y “Ramamán”, una parodia del superhéroe mexicano sacado del comic y otra del mundo prehispánico que, a raíz de la desaparición de un jaguar de jade, quiere impedir la invasión de los ixtlapuchis.

Alejandro Luna, un escenógrafo e iluminador genial

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El pasado 13 de diciembre nos dejó Alejandro Luna (nacido en 1939), causando gran estremecimiento entre la comunidad teatral. Un hombre de teatro que revolucionó el concepto del espacio escénico y el valor de la iluminación.

Se graduó como arquitecto en la Universidad Autónoma de México y enfocó todos sus conocimientos en el diseño escenográfico en el teatro con más de 250 obras y en el diseño de arte para la pantalla grande. Fue maestro de varias generaciones de escenógrafos en el INBA y la UNAM y asesoró y construyó teatros en la Ciudad de México y en toda la República Mexicana. Gracias a él y a Olga Marta Dávila, contamos con el teatro hexagonal del Teatro Santa Catarina de Coyoacán y el del Foro de Sullivan (que fue derruido). Fue a Mexicali, a Ensenada y a Tijuana para asesorar la construcción de varios teatros y fue el responsable del rediseño de la casa teatral del colectivo Contigo América en la Nápoles, entre tantos más.

“Jauría”, el juicio de una violación

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 7 de julio de 2016, una chica de 18 años fue violada por cinco jóvenes durante las fiestas de San Fermín en Pamplona, España. El caso tuvo un impacto social muy fuerte, pues la denuncia y el juicio causaron un gran cuestionamiento por el proceder de los jueces y las opiniones donde se revictimizaba a la denunciante.

El hecho es apenas una muestra de lo que sucede también en nuestro país, donde las violaciones a mujeres y la impunidad están a la orden del día; y donde el sistema judicial es una porquería que desalienta cualquier ejercicio de exigir justicia. El machismo detiene y protege a los violadores, y el camino de la víctima es denigrante para ella al culpabilizarla o cuestionarla de lo acontecido.

Los Colochos y “Mendoza”, versión de “Macbeth”

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El grupo teatral Los Colochos, con gran sabiduría de la tradición y la idiosincrasia mexicanas, cuentan la historia de Mendoza, versión libre de Macbeth, que revela un sistema de injusticia y explotación, de ambición y traición, encarnado en personajes trágicos que van fraguando su fin.

Antonio Zúñiga y Juan Carrillo, los autores, y Carrillo en la dirección, junto con el grupo de actores de la compañía, despliegan sus habilidades para proporcionarnos un universo fascinante, con pocos elementos materiales y muchos recursos creativos.

Dos obras del noreste del país

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– “Cascabel” y “Radio Piporro y los nietos de don Eulalio” son dos obras de teatro que hablan del universo norteño de dos perspectivas diferentes.

“Cascabel”, de José Ángel Solorio, bajo la dirección de Medardo Treviño, originarios de Tamaulipas, aborda el drama de un sicario que desde su niñez ha sufrido violencia familiar y se ha convertido en un asesino a sueldo. “Radio Piporro y los nietos de don Eulalio”, de la compañía regiomontana La Canavaty, nos habla desde el humor y el desenfado de un personaje de radio, cine y música que marcó la cultura popular y reivindicó la cultura del noreste.

“Hamlet” con Irene Azuela

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-La tragedia shakespeariana Hamlet vuelve a los escenarios en una versión contemporánea encabezada por Irene Azuela interpretando el papel de Hamlet. El trastocamiento de género parece interesante, como ya lo había sido en el montaje de la Compañía Nacional de Teatro hace tres años, protagonizada por Julieta Egurrola; pero la decepción salta a la vista porque no es lo mismo volver mujer al personaje masculino de la tragedia, a realmente abordar la obra de Hamlet con una perspectiva de género.

La versión de Angélica Rogel, que dirige en el Teatro Milán, deja la visión misógina del texto original, y vemos al rey Claudio (Mauricio García Lozano), el traidor y hermano del rey asesinado, padre de Hamlet, como el poderoso. La reina, interpretada por Ema Dib, se mantiene al margen, colocada en el brazo del sillón, acompañando a su marido y manteniéndose silenciada en gran parte de la obra. Si bien Shakespeare le otorga ese poder al nuevo rey por la conformación de la herencia patrilineal, una versión contemporánea realmente la pondría en acción. No la dejaría desmayada simplemente cuando se entera de la verdad del plan de su nuevo esposo, por ejemplo, sino que afrontaría la circunstancia y se convertiría en una mujer que reacciona, se mueve y se convierte en un personaje más protagónico al original.

Virginia Woolf, a escena

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La escritora, novelista, ensayista y mujer de conocimiento Virginia Woolf se muestra en todo su esplendor con diversas facetas de su realidad, traspasando la linealidad del tiempo, el espacio y los planos materiales. En Virginia, la muerte de la polilla, escrita y dirigida por Aline Menasse, vemos una Virginia compleja, adentrándonos en su mente y su espíritu para ver pasar momentos biográficos, tiempos reflexivos, personajes de su propia ficción, historias familiares y el enfrentamiento con su enfermedad mental.

La obra, que se presenta en el teatro El Galeón, logra transmitirnos, desde la multilateralidad, la superficie y el contenido de su vida como creadora. Rebasa el ámbito doméstico y mezcla todo en un una especie de devenir de la mente, de la experiencia simultánea, como la vivimos en la realidad.

“Spa: enaguas profundas” y los estándares de belleza

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Con los títeres, los personajes se transforman, y un cuerpo humano es capaz de convertirse en un monstruo o desaparecer. La intervención al cuerpo por este afán de belleza impuesto socialmente ha llevado a las mujeres a situaciones límites que las destruyen tanto física como mentalmente. A través de los muñecos, como lo hace Marionetas de la esquina en la obra Spa: enaguas profundas, se visualiza brillantemente esta conversión.

A manera de sketches conocemos a los personajes que, no conformes con su cuerpo quieren quitarse un poquito de aquí y un poquito de allá, o relajarse o cambiar su rostro a su conveniencia. Cada personaje es distinto y está construido con deferentes materiales. Materiales que pueden ser manipulados para hacerlos cambiar de forma, como lo hace la mujer que quiere una liposucción completa.

Propuestas alternativas en las artes escénicas

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-“Dramaturgias ambulantes” y “Teatro emergente” son ciclos que ocupan la cartelera en la actualidad mostrando propuestas tanto de creadores jóvenes como piezas performáticas y dancísticas de vanguardia.

El primero, con la dirección artística de Itzhel Razo desde 2017, indaga año con año en propuestas que rompen con las formas clásicas y que desde el escenario expresan con el cuerpo, el silencio, la palabra, la música y el movimiento. El intérprete es creador, y el cuerpo la herramienta básica para dar vida al espacio.

Ángel Norzagaray, una huella en el teatro

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El pasado 27 de diciembre Ángel Norzagaray, uno de los principales representantes del teatro del noreste de nuestro país, murió después de una larga lucha contra el cáncer.

Fue dramaturgo, director, actor, docente y funcionario teatral con una gran actividad creativa y de promoción. Con su compañía, Mexicali a secas, con más de 35 años de existencia, abordó temas de migración y de problemáticas sociales candentes en su región y en el país, como la marginación, la explotación y la injusticia. A través del teatro, abrió ventanas que estremecieron a los espectadores que vivieron la experiencia de ver sus obras y que han quedado en libros o antologías para mantenerlas vivas.