ROMA (proceso).- Son las cinco de la tarde de un día de agosto en Ginebra, y Andy Yen, doctor en física de partículas por la Universidad de Harvard, está sentado en un sofá del cuartel general de su empresa: ProtonMail, el servicio de correo electrónico encriptado que creó en 2014 y del que se dice que nadie puede espiar.
De acuerdo con su creador, este correo electrónico blindado ha crecido durante la pandemia causada por el covid-19 y hoy suma 30 millones de usuarios.