ROMA (proceso).- Un chaparrón pasajero cayó sobre Hirving Lozano, El Chucky, cuando el hombre que lo trajo en agosto al Nápoles, el entrenador Carlo Ancelotti, fue despedido esta semana. Sin embargo, roto el vínculo, el atacante mexicano no sólo seguirá jugando en este equipo italiano, sino que también tendrá más posibilidades de despuntar, consideran cuatro observadores y periodistas especializados en el calcio, afincados en esa ciudad de la Italia meridional.