ROMA (apro). — A sus 82 años y con la piel curtida por mil escándalos —que nunca terminaron por hundirlo completamente—, el exprimer ministro y controvertido magnate italiano Silvio Berlusconi se niega a extinguirse políticamente en Italia.
La última de sus ideas: la creación de un movimiento político moderado y de centro, que sea alternativo a la izquierda, pero que también permanezca alejado de las posiciones extremistas de sus antiguos aliados de la Liga, o de los populistas del Movimiento 5 Estrellas (M5S) .