La insoportable doble cara de la ley

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las policías atacan a la población. La población lincha presuntos delincuentes. No pueden generalizarse ambos hechos, pero son extremedamente preocupantes. Y me pregunto si existe alguna variable que pueda vincularlos. Me atrevo a opinar que sí. Hay síntomas todos los días, en múltiples ámbitos, que me orillan a pensar que nuestros gobiernos cada día tienen menos autoridad y que las leyes están perdiendo su sentido de obligatoriedad entre las personas. Si a ello le añadimos el factor impunidad, ese sí bastante generalizado, el pronóstico no resulta alentador.

Protección judicial vs impunidad empresarial

Un motivo para convivir en sociedad conforme a un orden jurídico preestablecido es que a las personas se nos proteja frente a quienes ostentan mayor poder y pretendan abusar de él, por medio de la violencia, discriminación, manipulación, engaño, subordinación, opresión y dominación en general. Una función primordial del gobierno es justo la de ofrecer protección contra los poderes privados. Si falla en tan elemental tarea, es resposabilidad del Poder Judicial enmendar la situación.

A cinco años del derrame más grave de la historia de la minería en México, en los ríos Bacánuchi y Sonora, se presenta una nueva oportunidad para comprobar en los hechos, la posición en la que se encuentran la actual administración federal y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La verdad oficial heredada del gobierno anterior es que la contaminación fue remediada y las afectaciones a la población resarcidas a través de un programa ambiental y la creación de un fideicomiso, cuya ejecución quedó confiada al grupo empresarial responsable de ese derrame.

Un ejemplo de libertad de expresión

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Si se me ocurriera proclamar que “la transformación, soy Yo”, y partir de esta declaración le exigiera a mi familia su apoyo incondicional en todo lo que decidiera cambiar; si lo mismo hiciera entre mis círculos de amistades y también demandara el respaldo de toda la gente con la que conviviera; lo primero que sucedería es que me llamarían desubicado, quizá buscarían ayudarme, pero a la larga les dejaría de importar y me quedaría en soledad con mi soberbia para acompañarme.

 

Contra la ilusión medioambiental

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La contaminación viola derechos humanos, de menos, cuando es provocada por cualquiera y las autoridades no hacen nada para evitarla, ni para remediarla, o peor, cuando son ellas las que la ocasionan, o cuando buscan evadirla e ignorarla. Del otro lado, las personas tenemos derecho a comer alimentos sanos, beber agua limpia y respirar aire puro. Además, tenemos derecho a que las autoridades cuiden nuestra salud, nuestro bienestar y desarrollo, y finalmente, nuestras vidas. Y adviértase que por igual debe cuidarse el medio ambiente para todos los seres.

Un Poder Judicial más cauto

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Tengo la impresión de ser de las pocas personas en mis círculos sociales que no está tan defraudada con el nuevo gobierno. Obviamente, los pequeños espacios de convivencia en los que participo no son representativos, ni a partir de ellos me explico toda la realidad social. En paralelo, un sector mucho mayor de la población puede estar encantada con las consecuencias de sus elecciones. En todo caso, lo único que busco decir es que entre la gente con la que me relaciono, soy minoría.

Mi posición minoritaria –consistente en no estar tan defraudado con la orientación de la presente administración–, obedece a que razoné mi voto anticipando que el cambio de gobierno no traería por mágica consecuencia una gran transformación, no se terminarían de la noche a la mañana las arbitrariedades, las injusticias, las violaciones a nuestros derechos humanos. Simplemente pensé que ese cambio serviría para demostrarnos que es mejor asumir las responsabilidades de conducir nuestra vida en sociedad de forma directa, sin esperar nada del gobierno en turno.

Promesas constitucionales pendientes

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las reformas a nuestra Constitución en materia de derechos humanos y de amparo han cumplido ocho años. Por supuesto que existen avances que celebrar en múltiples campos, pero también es verdad que no han desplegado todo su potencial. Algunas voces anticiparon que con esas reformas, cambiaría la visión que tenemos sobre el Derecho, y debo decir que en lo personal también eso creía.

Carta para el secretario Toledo

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- No le conozco en persona pero a juzgar por el beneplácito de quienes defienden causas medioambientales, tengo la impresión de que me daría mucho gusto hacerlo. Más cuando leo sus primeras declaraciones en su nueva responsabilidad como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

El “memo” de AMLO y la defensa judicial del Estado de derecho

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hasta para un espacio dedicado al análisis de la realidad judicial en torno a la garantía de los derechos humanos, existen sucesos que irrumpen de tal manera que no parece aconsejable que pasen desapercibidos, menos si incendian los cimientos del orden constitucional. La instrucción presidencial de dejar sin efectos las medidas derivadas de la aplicación de la reforma educativa, a pesar de que puedan desatenderse obligaciones constitucionales o legales, es uno de aquéllos.