En tu primera conmemoración 8M

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Que crezcas libre, sin carencias, sin estereotipos, sin fanatismos, sin miedos. Que crezcas auténtica, bondadosa, curiosa, rebelde, solidaria, soñadora, valiente. Que tengas un mundo en el cual crecer, un mundo no más de un grado y medio más cálido, con agua, con aire limpio, con alimentos, con muchos caminos y cada vez menos fronteras, del que te sientas parte y no centro, en armonía con todo lo vivo.

Que crezcas en paz, con seguridad, que no tengas que abandonar tu hogar a la mala, que no te arrebaten el paisaje, que no te desplacen a la fuerza, que no te ignoren, que no soportes ni sufras los privilegios de unas cuantas personas. Que contigo crezcan la democracia e igualdad que no tenemos hoy, que llegue el día en que sumes tu grano de arena, que hagas una diferencia para mejorar este país.

Justicia coherente vs (in)justicia a modo

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace cuatro años escribí en Proceso una opinión crítica sobre el nombramiento del ministro Medina Mora. Por congruencia, no puedo guardar silencio respecto de las designaciones impulsadas por el nuevo gobierno para la Suprema Corte. ¿Está en juego su independencia ante el poder político cuando la integra? ¿Existe algún remedio viable para evitar la captura de la justicia con nombramientos a modo? En este tema la postura presidencial es bien simple: tiene la atribución de proponer las tres candidaturas que estime más convenientes, así que eso es exactamente lo que ha hecho. Su orientación partidista o sus relaciones particulares no le merecen mayor consideración. Basta asegurar que se trata de personas honestas.

La transformación de la justicia

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Mientras espero, como cualquiera, a que sea generalizada la toma de conciencia sobre lo inviable de nuestra sociedad de consumo; a que por lo menos desde el ámbito empresarial se emprendan políticas de trabajo a distancia; a que nos organicemos para compartir los traslados cotidianos; a que revolucionemos nuestra movilidad, y a que trabajemos en nuestra empatía y solidaridad ante las desgracias ajenas, me sobra tiempo para opinar sobre la justicia que necesitamos.
Por ejemplo, la justicia que deberá surgir para controlar la validez de la política en materia de seguridad que nuestro gobierno se empeña en imponernos o la justicia que hará falta para contrarrestar la restricción excesiva a la libertad a través de la prisión preventiva oficiosa. O desde otro escenario, la justicia que ajuste la política de bienestar a un enfoque de derechos humanos; la que contribuya a erradicar la violencia contra las mujeres; la que asegure un futuro para nuevas generaciones.

La transformación de la justicia

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Mientras espero, como cualquiera, a que sea generalizada la toma de conciencia sobre lo inviable de nuestra sociedad de consumo; a que por lo menos desde el ámbito empresarial se emprendan políticas de trabajo a distancia; a que nos organicemos para compartir los traslados cotidianos; a que revolucionemos nuestra movilidad, y a que trabajemos en nuestra empatía y solidaridad ante las desgracias ajenas, me sobra tiempo para opinar sobre la justicia que necesitamos.

Por ejemplo, la justicia que deberá surgir para controlar la validez de la política en materia de seguridad que nuestro gobierno se empeña en imponernos o la justicia que hará falta para contrarrestar la restricción excesiva a la libertad a través de la prisión preventiva oficiosa. O desde otro escenario, la justicia que ajuste la política de bienestar a un enfoque de derechos humanos; la que contribuya a erradicar la violencia contra las mujeres; la que asegure un futuro para nuevas generaciones.

La justicia que necesitamos

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Inicia 2019 y hay ya temas de interés público en el ámbito judicial sobre los cuales conversar. Tras la elección del ministro Arturo Zaldívar como representante de la Suprema Corte, mi firme intención era dedicar esta primera opinión a resaltar las líneas generales de trabajo 2019-2022 que presentó previo a convertirse en su nuevo presidente, pues si logra convencer al resto de sus colegas en el máximo Tribunal de avanzar en una misma dirección, es posible que dentro de cuatro años se haya logrado una transformación radical en el Poder Judicial de la Federación.

Una que convierta a cada juzgado y tribunal de amparo en sólidos, constantes y confiables garantes de nuestros derechos humanos. Un ejército de instancias judiciales dispuestas a defender a las personas frente a quienes ejercen el poder y con el único compromiso de acatar la Constitución y tratados internacionales que ofrezcan la mayor protección posible a la población. Tribunales al servicio de la gente merecedores de todas las garantías institucionales para ser independientes.

Una demanda peculiar para salvar el “choque de poderes”

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Hace dos días compartí mi opinión respecto del enfrentamiento que escaló entre integrantes del Poder Judicial de la Federación y los otros dos poderes federales. Propuse como alternativa de solución que las personas que empleamos el aparato de justicia federal nos movilicemos para presentar demandas de amparo en las que recordemos que son nuestros derechos humanos la razón definitiva y más importante que debe de regir las relaciones entre las autoridades de nuestro país.

Escribo ahora para dar a conocer que, en mi caso, he presentado ya esa demanda de amparo –la cual puede consultarse en este enlace–. Se trata de una propuesta que espera detonar mejores acciones, principalmente juicios de amparo en los que las personas demandantes sean aquellas cuyos derechos estén en juego y no las personas que litigamos en su representación. Pero, además, demandas en las que desde otra perspectiva se cuestione el proceder de titulares y personal judiciales, y no la norma que ligó el límite máximo de sus remuneraciones a la del presidente.

Una solución para el “choque de poderes”

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Para cerrar este año nos toca presenciar un enfrentamiento entre instituciones del Estado sin precedentes. De un lado pudieran estar todos los Poderes Judiciales del país, más los órganos constitucionales autónomos que decidan agregarse. Del otro, las mayorías de múltiples Congresos, especialmente la de la Cámara de Diputados, y en lo que decida sumarse, el Presidente de la República.

A juicio la Corte con la Ley de Seguridad Interior

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En las últimas fechas se ha defendido la independencia de los poderes judiciales frente al resto del gobierno con motivo del ajuste a la baja de sus remuneraciones y la estabilidad de sus adscripciones. El argumento principal es que los tribunales son los encargados de defender nuestros derechos respecto de los otros poderes. Pues bien, llegó un momento crucial para demostrar la realidad de ese argumento.

Esta semana inician las discusiones en el pleno de la Suprema Corte en torno a la Ley de Seguridad Interior, y posicionamiento tras posicionamiento, podremos constatar el nivel de compromiso de sus integrantes con la garantía de nuestros derechos humanos. La oportunidad de este debate, a unos días del cambio de gobierno, podría aprovecharse para despejar cualquier duda sobre motivaciones políticas en las posturas asumidas al interior de la Corte. Difícilmente se podría suponer que el resultado del análisis constitucional de aquella ley se condicione a una negociación con la nueva administración y el empleo de las Fuerzas Armadas.

Dinero público

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, me gustaría preguntarle al menos una cosa: ¿cómo piensa manejar él y su gobierno los recursos económicos de nuestro país?

Lo ejemplifico un poco en varios campos. Según el voto particular del comisionado Adolfo Cuevas Teja, del Instituto Federal de Telecomunicaciones, Televisa y TV Azteca pagarán menos por las prórrogas de sus concesiones de televisión. Por supuesto, esta decisión proviene de un órgano constitucional autónomo con esa atribución y no es responsabilidad del titular del Ejecutivo. Pero me sirve como un caso inicial para cuestionar el modo en que nuestras instituciones disponen del dinero público.

Un pacto por la independencia judicial

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Aunque puedan existir opiniones encontradas, soy partidario de la independencia judicial. El detalle es que no respaldo cualquier tipo de independencia. Pienso que ella es una garantía institucional para facilitar que los poderes judiciales cumplan con sus encomiendas constitucionales de proteger y garantizar nuestros derechos.