CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Estamos solos y sin miedo, como en el comienzo, han dicho ahora los integrantes del EZLN. Solos en su autenticidad -cuestionada grotescamente en ocasiones por la iniquidad o la ignorancia culpable de algunos-.
El EZLN no anda con equilibrismos después de 25 años de resistencia contra la injusta situación de los más, de lucha cívica contra el adormecimiento político secular. El equilibrismo equivale al deseo insensato de querer servir a dos señores: a los dioses y al dinero. Los que lo intentan, terminan sirviendo al último afanosamente.