El EZLN y su soledad

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Estamos solos y sin miedo, como en el  comienzo, han dicho ahora los integrantes  del EZLN. Solos en su autenticidad -cuestionada grotescamente en ocasiones por la iniquidad o la ignorancia culpable de algunos-.

El EZLN no anda con equilibrismos después de 25 años de resistencia contra la injusta situación de los más, de lucha cívica contra el adormecimiento político secular. El equilibrismo equivale al deseo insensato de querer servir a dos señores: a los dioses y al dinero. Los que lo intentan, terminan sirviendo al último afanosamente.

Mayoría parlamentaria y abuso del derecho

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Todo abuso es condenable. Equivale en ocasiones, al uso excesivo de una cosa, de una facultad en perjuicio propio y ajeno; en otras, al trato deshonesto de una persona por parte de otra con mayor fuerza o poder.

Hay una desproporcionalidad en la acción abusiva al confrontar exigencias básicas de justicia o equidad. El abuso del derecho es sancionado por los órdenes jurídicos democráticos y por los pueblos con conciencia política.

La República, la Corte y una nueva reflexión

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El gobierno que viene con los Congresos que tiene puede modificar la Constitución cuando lo estime oportuno. Además puede apelar al respaldo popular a placer cada vez que se le ocurra organizar una consulta a modo. El único contrapeso institucional que puede encontrar recae en el Poder Judicial federal. Pero para que ese equilibrio llegue, este último tiene que comenzar a comportarse todo el tiempo, y no solamente en ocasiones especiales, como defensor de nuestros derechos humanos.

Dos temas son cruciales y además ilustran muy bien los diferentes caminos que podemos seguir como país: la imposición de proyectos de desarrollo e infraestructura y la militarización de la seguridad pública. Respecto de ambos, las decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), son determinantes para impactar su destino final.

Democracia amorfa, Guardia Nacional y Cesarismo

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La sociedad mexicana en general, perdió su capacidad de asombro. Asombrarse del ser, de su misterio, es el principio del pensar inteligente. Nada ya de fondo le sorprende al “enjambre” social. Es crédula tal sociedad de todo; fundamentalmente de las apariencias que anulan las contradicciones, las antinomias, las paradojas hirientes. Ha capitulado. No sabe ya pensar, someter las cosas -el hambre, la violencia, el engaño, la mezquindad frente al migrante-, al tribunal de la crítica racional. No cuestiona lo esencial. Vive de emociones prerreflexivas. Es adicta al mito.