El otrora PAN y la vapuleada independencia

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con motivo de los 80 años del otrora PAN, Arturo Rodríguez García escribió hace días en Proceso, un artículo oportuno e interesante. En el primer párrafo del mismo, habla su autor de las tres grandes etapas del PAN fundado en 1939. La primera representada por cinco décadas de lucha por la democracia; la segunda, por la toma del partido a manos de élites empresariales y grupos de ultraderecha; y la última, consecuencia de la segunda, representada por sus doce años desperdiciados de estancia en el poder. La síntesis de esa historia es certera.

Tal aniversario y el artículo de Rodríguez García, me hicieron recordar una entrevista de marzo de 2018 realizada por Álvaro Delgado a dos personas de cierto relieve partidista ligadas al PAN en su momento. Hablemos de ello como telón de fondo de lo que fue el PAN de la primera etapa: solidario, brillante y fecundo en la formación de conciencia política. Y señalemos otras cosas relacionadas como la independencia empañada. Podría sintetizar el fondo del artículo en cuatro palabras: la política como simulacro. Divido este texto en dos partes.

J’accuse

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Una película, un film, diría Borges, fue al encuentro de un tiempo perdido. Y a través del arte nos lo trajo a la memoria desde el lejano 1894. Lo remitió al presente para recordarnos una injusticia terrible y una lucha de un gran intelectual contra ella. Injusticia que hoy se repite de muchas maneras. Por ello, no hay anacronismo. El film se titula: “J’accuse”. Resultó premiado hace días en el Festival de Venecia. Este artículo consta de tres partes: síntesis del caso Dreyfus que estremeció y dividió a Francia y al mundo, y que fue ocasión del “J’accuse” (Yo acuso); papel de Émile Zola en la defensa de un militar judío-francés a quien se imputó un crimen no cometido; y actualidad de tal drama.

I

¿Es demócrata hoy el gobierno morenista?

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – ¿Es demócrata hoy el gobierno, es siempre la popularidad signo de buen gobierno? Son preguntas provocadas por realidades palpables. Realidades que se someten al pensar crítico de la filosofía política. Ésta permite ver las cosas en su envolvente totalidad e interconexión. Divido el artículo en tres partes. La primera traza las generalidades, la segunda las ejemplifica y la tercera las aterriza en México.

Una de las claves democráticas es la idea de legitimidad del poder. La de origen y la de ejercicio. Dos caras de la misma moneda. Un gobierno que accede al poder mediante el voto de la mayoría es democrático en su origen.  Dicho gobierno después de ganar las elecciones, debe legitimarse a diario mediante el ejercicio eficaz y democrático del poder. Legitimarse mediante el respeto al derecho. Legitimarse mediante la gestión del bien común -sin excluir a nadie- para lograr libertad, seguridad y justicia.

Felicidad y violencia en México

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – En estos días se ha hablado en el país de la felicidad, de si somos o no felices en este México convulsionado por la violencia brutal y cotidiana. La felicidad es un enigma circular de dimensiones colosales. Desde tiempos antiguos los filósofos la abordan. Desconcierta la forma en que la conciben, algunos negando su posibilidad.  Otros la hacen el fin de la vida humana. En este limitadísimo espacio, con osada humildad trato de la felicidad, con palabra tangente como línea que solamente toca de pasada, un diminuto punto de la esfera inabarcable donde ella habita.

 

Otra ley del mundo feliz

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace unos días se publicó la Ley Nacional de Extinción de Dominio, la que junto con las de índole penal antigarantista, del Garrote, Bonilla y Educación por venir, forman las normas de un mundo feliz, que recuerda el de Huxley con los épsilon en mayoría controlada, el de Shakespeare en la Tempestad: “How beauteous mankind is! O brave new world”.

Esa ley reglamenta el artículo 22 de la Constitución Federal en lo referente a la materia de extinción de dominio. Tal artículo 22 dice que queda prohibida la confiscación de bienes, entre otras cosas, pero que no se considerará confiscación la aplicación de bienes a favor del Estado cuyo dominio se declare extinto por sentencia. No obstante reglamentar una parte de un artículo constitucional, hay bases para sostener que dicha ley de extinción de dominio, paradójicamente resulta en varios aspectos, contraria a la Constitución.

Golpe a la libertad de educación, a padres de familia

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En mayo de este año se aprobaron reformas al artículo 3° de la Constitución. El artículo séptimo transitorio de dichas reformas establece que el Congreso deberá realizar reformas a la legislación secundaria correspondiente, en un plazo de 120 días a partir del 15 de mayo. Entre la legislación secundaria que requiere de reformas está la Ley General de Educación, expedida en 1993; pero en lugar de reformarla, un grupo de diputados pretende sustituirla por una nueva ley general de educación, cuya iniciativa fue ya turnada a la Cámara de Diputados para su discusión en comisiones. Al violarse la decisión soberana, tal iniciativa está viciada de origen.

Y, desde otra óptica, el contenido de dicha iniciativa de ley atenta contra derechos humanos fundamentales de los padres de familia, y viola tratados internacionales de derechos humanos. Divido este texto en tres partes: la primera, sobre la violación del mandato soberano de solamente reformar la Ley General de Educación de 1993; la segunda, acerca de su contenido, y la tercera, sobre tratados internacionales y conclusión.

Revista Proceso y el hablar franco al poder

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hablar de la parresía es volver a la palabra indomable ante el poder, a la indicativa del pensamiento sin rodeos, a la verdad que se ama asumiendo el riesgo. Es ella la parresía, dice Foucault, como el “beso mesurado” de la madre que se posa sobre la frente del infante, y que sella “la verdad del sentimiento que se experimenta”. Divido en tres este texto sobre la parresía: palabra tensa como la del arco.

I

Popularidad, Urzúa valiente y crisis temprana 

 

CIUDAD DE MÈXICO (apro).- Hay la creencia de que la popularidad es necesariamente signo de buen gobierno. Se piensa y dice en la prensa, en el café, que un gobierno es bueno porque es popular, y así, se acepta sin reparo que puede actuar a su antojo, al margen de todo, incluso para “transformar” constituciones con el fin de prolongar periodos de gobierno con desprecio del voto del pueblo.

Grandeza de capitana Rackete frente a mezquindad y racismo

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La detención de la capitana de un barco que rescató en el mar a migrantes que huían del infierno libio, y ciertas declaraciones sobre la muerte de los dos migrantes salvadoreños ahogados en el río Bravo, y sobre la política migratoria de Estados Unidos y México, son motivo de un diálogo imaginario entre Frido Aliotti Kyan y Miguel Villoro Toranzo, filósofo del derecho, mexicano, jesuita, varón ejemplar.