Una severa diabetes dañó su vista y una sepsis derivó en la amputación de su pie derecho. No podía leer documentos ni diarios, ya no distinguía a las personas y le costaba trabajo movilizarse. Por ello –dicen excolaboradores y allegados– Miguel Barbosa gobernó Puebla siendo un cautivo de su círculo más cercano. Su estado de salud influía en sus reacciones, pues tomaba decisiones precipitadas, tenía exabruptos y se confrontó con muchos actores. De hecho, se peleó con casi todos los que una vez lo apoyaron. David Méndez, quien fue su secretario de Gobernación, sintetiza: Barbosa “no conformó un grupo político, sino una alianza de intereses”.
Puebla, Pue. (Proceso).– Con una diabetes severa que mermó en gran parte su vista y limitaciones para movilizarse, el deteriorado estado de salud del gobernador Miguel Barbosa Huerta no sólo lo llevó a la muerte este 13 de diciembre, sino que también marcó el devenir de su gobierno.
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