CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La cantante islandesa Björk, cuyo nombre en lengua escandinava significa “abedul”, se presentó anoche en el Auditorio Nacional cuando llevó a 10 mil personas hacia un ritual para olvidarse de los problemas del mundo, bajo la magia de su voz y la orquesta que la acompañó.
Este ambiente se reforzó, luego de que en las pantallas laterales del coloso de Chapultepec apareciera la consigna que a petición de la intérprete viking, se solicitaba no tomar fotografías ni videos durante el show, ya que “esto distrae al artista y a las personas alrededor”.
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