SAN FERNANDO, Tamps (apro).- Un grupo de sacerdotes entró a este municipio para bendecir la bodega donde justo hoy hace siete años quedaron tendidos los cuerpos de los 72 migrantes masacrados, crimen que –dijeron—debe ser considerado delito de lesa humanidad. Un vistoso dispositivo de policías con armas largas llegó a escoltar la sorpresiva caravana dejando claro que el municipio aún sigue tomado por el crimen organizado.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí