Judith Amador Tello
MÉXICO, D.F, de marzo (proceso).- Como en México, cuando se negoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gobierno conservador de Canadá intentó convencer a los ciudadanos de sus noblezas. La diferencia es que mientras los tecnócratas mexicanos se fiaron de “la fortaleza de nuestra cultura”, para los canadienses la cultura se convirtió en un tema nacional:
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