CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Del medio centenar de negocios ubicados entre avenida Juárez y el Eje Central Lázaro Cárdenas, 10 de ellos amanecieron cerrados al público o tapiados con plásticos y hojas de madera, donde antes había vidrios, luego de que presuntos anarquistas vandalizaron esa zona del perímetro A del Centro Histórico, durante la marcha por el quinto aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Este viernes, brigadas de trabajadores de limpia, así como empleados y propietarios de los establecimientos afectados, limpian las huellas de los destrozos y hacen un recuento de daños, no sin condenar la indolencia del gobierno de Claudia Sheinbaum por no ordenar a la fuerza pública la contención de los revoltosos que durante dos horas se dedicaron a destruir, pintar muros y monumentos, sustraer mercancía y hasta intentar prenderle fuego a la librería Gandhi que se encuentra frente al Palacio de Bellas Artes.
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