MÉXICO, D.F., 14 julio (apro).- En su temporada de reestreno en esta ciudad, la obra Caos mental sigue funcionando como un espejo en el que el público ve un estado humano contemporáneo definido por la saturación, ansiedad, automatismo y reducción, resultante de los modos de consumo de información vía los medios masivos –la televisión y el internet, principalmente.
En escena, dos actores –una mujer y un hombre– tiran pensamientos en volumen alto y sin pausas sobre la existencia de una contemporaneidad que los domina.
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