CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El pasado 4 de septiembre, un brillante pero pequeño asteroide “bola de fuego” impactó la atmósfera terrestre, cerca de la costa noroeste de las Filipinas, cerca de la isla de Luzón, iluminando el cielo nocturno.
La observadora Jacqueline Fazekas, del programa de investigación de la Universidad de Arizona, Catalina Sky Survey, detectó por primera vez la bola de fuego, tras lo cual, el Observatorio de asteroides de la agencia espacial estadunidense (NASA) advirtió que el asteroide penetraría la atmósfera, donde se consumió.
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