OAXACA, Oax. (apro).- Entre el miedo y la incertidumbre, el éxodo de migrantes avanzó esta madrugada de Juchitán a Matías Romero, aunque algunos enfilaron hacia la capital de Oaxaca.
Mientras el grueso de los migrantes centroamericanos se trasladó a pie, en camionetas, en autobuses, taxis y aventones a Matías Romero, un reducido grupo de mujeres y escasos hombres decidió irse a Oaxaca, la capital, para evitar que los cárteles que operan la franja de Veracruz “nos roben y maten a nuestros hijos”.
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