CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- La muerte del diputado federal Carlos Gerardo Hermosillo Arteaga, ocurrida el 20 de marzo último, desencadenó una crisis política en la Cámara de Diputados: el suplente de este legislador, Antonio Enrique Tarín García, se agazapó durante 28 horas en el recinto legislativo para evitar ser capturado y que se le juzgue por peculado cometido contra el gobierno de Chihuahua.
Durante ese lapso se abrió la posibilidad de que la Cámara de Diputados fuera invadida por agentes policiacos. El grupo parlamentario del PRI y la Mesa Directiva de San Lázaro, a cargo del PAN, iniciaron un jaloneo jurídico, político y verbal, mientras el gobierno del estado de Chihuahua presionaba para que sus policías ministeriales cumplieran la orden de aprehensión.
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