SAN MIGUEL DE ALLENDE, Gto.. (apro).- Antonio Luna solía encerrarse por las noches junto con su esposa Juana y sus tres hijos en la amplia estancia en remodelación de la propiedad que cuidaba, ubicada en la carretera a Dolores Hidalgo, justo donde el entorno comienza a verse escasamente poblado.
Fue en ese lugar, donde la noche del viernes 13 de enero, para la familia Luna Luna comenzó el infierno.