CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la pasada elección presidencial 30 millones de ciudadanos votaron por un cambio en la forma de gobierno, contra la corrupción como privilegio de poder del presidente, para terminar con la injusticia y los excesos de muchos miembros del gabinete y, también, para poner un alto a los actos impúdicos de la familia presidencial que hacía de sus vicios privados virtudes públicas.