Línea letal

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Qué dolor. Qué rabia. Qué impotencia. Presenciar el colapso del Metro, las familias desesperadas en busca de quienes no encuentran, la precariedad de ser pobre en un país donde se paga un costo tan alto por serlo. Algo se partió el lunes y no sólo fue la Línea Dorada; también se quebró la esperanza de que un gobierno de izquierda no reproduciría los viejos vicios que arrastra la obra pública desde hace años. Problemas de mala planeación, problemas de mal mantenimiento, problemas de corrupción. Ahí enquistados en el Paso Express, el Tren México-Toluca, el NAIM, los segundos pisos, y quizás prefigurados en las magnas obras de este sexenio como el Tren Maya, Santa Lucía y Dos Bocas. Diferentes administraciones demostrando los mismos vicios que dejan tras de sí obras caras o inconclusas, o caprichosas o peligrosas.

Porque siempre está presente la tentación de usar la obra pública para legitimar, para arrancar aplausos políticos sacrificando la calidad o la seguridad ante la prisa de inaugurar, como fue el caso de Marcelo Ebrard con la Línea 12. Siempre está la tentación de construir por vanidad u obsesión personal y no necesariamente por utilidad social, como fue el caso de Felipe Calderón con la Estela de Luz o AMLO con Dos Bocas. La política por encima del rigor técnico. La opacidad por encima de la transparencia. La cuatitud en las adjudicaciones en vez de la competencia en las licitaciones. La voracidad empresarial evidenciada en el imperativo de reducir costos y maximizar ganancias, con la anuencia del gobierno. El aumento en los costos originales que después entrañan subsidios permanentes porque han dejado de ser proyectos rentables. El desvío de recursos, los recortes presupuestales, los oídos y los ojos cerrados ante los reclamos ciudadanos. La impunidad transexenal, ya que –luego de colapsos y socavones y muertes– nadie es responsable, y ahí está Gerardo Ruiz Esparza para demostrarlo.

Salinas Pliego vs. Proceso

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Bien ha dicho Aristóteles que el ser humano es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Lo anterior viene a cuento porque en sus redes sociales el empresario Ricardo Salinas Pliego dedicó a Proceso y a sus reporteros algunos mensajes con un lenguaje soez que lo retratan de cuerpo entero.

Línea letal

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Qué dolor. Qué rabia. Qué impotencia. Presenciar el colapso del Metro, las familias desesperadas en busca de quienes no encuentran, la precariedad de ser pobre en un país donde se paga un costo tan alto por serlo. Algo se partió el lunes y no sólo fue la Línea Dorada; también se quebró la esperanza de que un gobierno de izquierda no reproduciría los viejos vicios que arrastra la obra pública desde hace años. Problemas de mala planeación, problemas de mal mantenimiento, problemas de corrupción. Ahí enquistados en el Paso Express, el Tren México-Toluca, el NAIM, los segundos pisos, y quizás prefigurados en las magnas obras de este sexenio como el Tren Maya, Santa Lucía y Dos Bocas. Diferentes administraciones demostrando los mismos vicios que dejan tras de sí obras caras o inconclusas, o caprichosas o peligrosas.

Porque siempre está presente la tentación de usar la obra pública para legitimar, para arrancar aplausos políticos sacrificando la calidad o la seguridad ante la prisa de inaugurar, como fue el caso de Marcelo Ebrard con la Línea 12. Siempre está la tentación de construir por vanidad u obsesión personal y no necesariamente por utilidad social, como fue el caso de Felipe Calderón con la Estela de Luz o AMLO con Dos Bocas. La política por encima del rigor técnico. La opacidad por encima de la transparencia. La cuatitud en las adjudicaciones en vez de la competencia en las licitaciones. La voracidad empresarial evidenciada en el imperativo de reducir costos y maximizar ganancias, con la anuencia del gobierno. El aumento en los costos originales que después entrañan subsidios permanentes porque han dejado de ser proyectos rentables. El desvío de recursos, los recortes presupuestales, los oídos y los ojos cerrados ante los reclamos ciudadanos. La impunidad transexenal, ya que –luego de colapsos y socavones y muertes– nadie es responsable, y ahí está Gerardo Ruiz Esparza para demostrarlo.

Morena, harto ruido y muchas tragedias

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hora de oscuridad nacional. La agenda política debiera girar al son de la realidad para enfrentarla a tiempo y no después de “niño ahogado tapado el pozo”, como en la terrible tragedia del Metro capitalino sin director de mantenimiento desde hace más de un año y ¡con recortes de presupuesto!, y no al son de ruidos que distraen, de mitos que colapsan destinos y truncan alegrías de vidas humanas en flor, como la del niño Brandon Giovanny.

Con humildad y respeto, hago llegar a los familiares de las personas fallecidas en el Metro, mi saludo solidario y fraterno de conciudadano mexicano. “La muerte del Otro es mi primera muerte”: Lévinas.

“Democracia en peligro”

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La democracia mexicana es meramente concursal. Los partidos compiten entre sí por los votos cada tres años y al electorado no le vuelven a decir ni los buenos días hasta que se convoca a nuevas elecciones. En el derredor del torneo electoral no existe democracia. No la hay en escuelas, sindicatos y partidos, como tampoco en las organizaciones sociales, incluyendo las empresariales. Existe un mar de antidemocracias.

El alto grado de politización popular al que ha llegado México no tuvo de crisol la lucha social y menos la educación, sino una sublevación contra esa consistente combinación de Estado corrupto y programa neoliberal. Fue un proceso que duró 30 años.

El Metro, una bomba de tiempo con cabal salud

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante el 2013 y el 2014 dediqué varias entregas al tema del Metro de la Ciudad de México en estas páginas de Proceso. El grave “accidente”, así le quieren llamar, que tuvo lugar el lunes pasado justifica que retome el asunto donde al actualizar los datos nada ha cambiado – o muy poco -en 7 años. De entrada, hay que señalar que el Metro de la Ciudad de México representa un medio de transporte, un lugar de esparcimiento y un mercado de bienes y servicios, legales e ilegales, donde día a día más de 5 millones de personas interactúan a través de sus 195 estaciones, 1042 comercios (llamados PATRS) y 12 líneas que se comunican entre sí. No hay, en el continente americano, ningún lugar donde haya mayor concentración de personas de forma habitual. Véanse algunos de los detalles.

Primero. La Línea 12 cuenta con 466 escaleras eléctricas y 8 aceras móviles las cuales presentan constantemente fallas, que en el mejor de los casos las mantienen detenidas, pero en muchos otros han provocado accidentes que van desde caída de usuarios hasta la mutilación de miembros como dedos de los pies en su mayoría de niños pequeños debido a la falta de mantenimiento, que representa un gasto millonario al tenerlo contratado con empresas externas con  anexos técnicos poco claros en  el alcance de dicho mantenimiento. Así, por ejemplo, en 2019 sólo la empresa SINERGMAN S de R L de CV cobró en 3 contratos las cantidades de STC-CNCS-101/2019 $73,607,00.00 STC-CNS-011-2019 $17,815,186.90 STC-CNS-019-0057-2019 $ 270,000,000.00, inversión que no concuerda con el estado deplorable de los equipos.

Resistencia digital

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La sociedad está alzada contra una serie de iniciativas cuyo común denominador es el control digital, de los usuarios y de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Aunque se han presentado por separado, ya no se trata de reformas de ley aisladas sino de una obsesión del gobierno de la Cuarta Transformación por intentar controlar el ciberespacio. Estas iniciativas tienen otras dos coincidencias: han sido presentadas por legisladores de Morena y en todos los casos los promoventes han exhibido una enorme ignorancia de los temas tecnológicos y digitales.

El inquilino y la señora Wallace

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Rodrigo Osvaldo de Alba Martínez habría sido cómplice de la fabricación de pruebas en el caso Wallace. Nueva evidencia refuerza la hipótesis de que María Isabel Miranda Torres, alias la señora Wallace, inventó el secuestro de su hijo, Hugo Alberto León Miranda.

En octubre del año pasado el grupo de trabajo de la ONU contra la detención arbitraria festejó la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de liberar a Brenda Quevedo Cruz, una de las personas acusadas, mediante fabricación de pruebas, por el secuestro del hijo de la señora Wallace.

Acabar con el “fuero”

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La inmunidad procesal penal de los más altos funcionarios del Estado existe para evitar que unos policías los detengan e impidan, así, el funcionamiento normal de los poderes públicos. Se le llama “fuero”, el cual se cancela cuando la Cámara de Diputados declara que procede la acción penal y separa al inculpado del cargo; es el desafuero.

Nunca seré juez constitucional

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Porque si lo fuera, lo primero que debería hacer es dejar de escribir en Proceso. Solamente tendría tiempo para alistar la argumentación toral de los proyectos de sentencia que me asignaran, de estudiar los proyectos de las demás ponencias y de recibir en audiencias públicas a todas las partes de los juicios al mismo tiempo.

No es que tuviera que renunciar por diecisiete años a lo que más me apasiona, ser abogado de causas de derechos humanos; ni que tuviera que renunciar a las redes sociales para que la popularidad en ellas no me distraiga ni nuble mi criterio; es que a lo mejor no entiendo bien lo que implica ser un “buen” juez constitucional.