Justicia con y sin precedentes

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Tal es la cantidad de cuestiones públicas que deben resolverse en sede judicial, que no me sorprenden nada los constantes intentos para que la política influya las determinaciones de los juzgados y tribunales, incluida la Suprema Corte. Tampoco me extraña que desde el poder político se sueñe con controlar a los poderes judiciales a través de nombramientos con visiones afines a sus propios proyectos.

No me parece novedoso el cuestionamiento público de decisiones judiciales que no se comparten por las administraciones en turno. Pero a lo mejor sí estamos en presencia de algo poco frecuente por lo que hace al descuido o menosprecio que el actual gobierno tiene por pulir las formas jurídicas de su actuar. Si esa actitud forma parte de un plan para subvertir el Estado de Derecho, me declaro escéptico.

Investidura presidencial y oposición ilustrada

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La filípica lanzada contra López Obrador por parte de 600 intelectuales opositores parece basarse en la idea de que el presidente de la República, el que sea, debe estar al margen del debate cotidiano y abstenerse de responder a los muy frecuentes ataques debido a su investidura.

La oposición ilustrada, como la otra, pide volver a la vieja hipocresía, cuando el jefe de Estado, jefe de gobierno y líder político no debía medirse directamente con sus críticos, sino mandar a otros en su lugar. Ahora se dice que aquellos usos y costumbres eran muy correctos porque las palabras del mandatario tienen, supuestamente, un significado diferente al de cualquier otra persona debido al poder que aquel ejerce. Entonces, se concluiría, lo que ahora debe hacer el presidente de la República es comprar la prensa y mandar a callar a sus peores (o mejores) críticos a través de actos ilícitos e inmorales. Así lo hicieron los presidentes durante décadas. Pero ese es precisamente el pasado que deber ser defenestrado.

Tres sociedades del conocimiento

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Quienes existimos en este siglo XXI debiéramos sentirnos privilegiados por vivir en una Sociedad de la Información y el Conocimiento. Pero la nuestra no es ni la primera ni la más extensa, ni siquiera ha logrado el éxito que se propone. Pero sí es la más reciente y la que tiene el potencial de beneficiar al mayor número de personas gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

I

La reforma al Poder Judicial no debe hacerse a espaldas de la sociedad

Laurence Pantin y Adriana Aguilar

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 8 de septiembre de 2020, la Mesa de Trabajo sobre la reforma judicial, organizada por el Senado de la República, tuvo su primera sesión. Con ella inició formalmente la discusión en torno a distintas iniciativas presentadas por parte de senadores, diputados y otros actores, las cuales, si atendemos a su exposición de motivos, pretenden mejorar el acceso a la justicia. El resultado de este proceso legislativo, sin duda, tendrá un impacto en la manera en la que, como integrantes de la sociedad, ejercemos este derecho[1]. Sin embargo, es justo esta voz, la de la sociedad, la que ha permanecido marginada en los espacios de discusión sobre las reformas que el Senado ha previsto hasta ahora.

Quinta carta abierta a López Obrador

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Querido presidente:

Cada vez me cuesta más trabajo llamarte así. Has promovido demasiado odio, desprecio y agresión como para seguirte queriendo. Siempre es duro vivir de cara al precepto de Jesús de amar a los enemigos. Muchas víctimas, desde hace 10 años, nos levantamos cada mañana luchando contra nuestro odio para ponernos del lado del perdón que va de la mano de la justicia. Tú, en cambio, te has empeñado en lo contrario: al perdón has opuesto el linchamiento; a la justicia, la venganza; a la amistad, que es contraria a la complicidad, el desprecio y la aversión. Tu lectura del Evangelio ha sido más la del fariseo o la del inquisidor, que la de un hombre que lucha contra sí mismo para ser un digno discípulo del pobre de Nazaret.

Desastre de predicciones económicas

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los economistas agoreros del desastre de una crisis económica que no lo es, sino de un parón decretado por los gobiernos de casi todo el mundo, se encuentran en situación comprometida porque ninguno acertó en el momento adecuado. Nos han engañado y nos han hecho sufrir de más en un momento de gran tribulación.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dijo en junio que el PIB de 2020 se iba a reducir en un -6.5%. Ahora corrige y asegura que la disminución será de -3.7%, casi la mitad, mas entre aquel primer pronóstico y el día de hoy no hay más de 75 días. Esa institución dijo también en ese mismo mes de junio que la tasa de desempleo anual (2020) llegaría a 9.3%, pero ahora considera que será de 7.6%.

Hacienda no quiere el milagro móvil

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El titular de la Secretaría de Hacienda, Arturo Herrera, tiene el enorme poder de cambiar la realidad digital de México y diseñar una política recaudatoria que permita que los servicios móviles de voz y datos y sus beneficios lleguen a toda la población en poco tiempo. En cambio, prefiere cobrar elevados costos por el uso del espectro radioeléctrico, lo cual perjudica directamente el entorno de inversión, competitivo, la cobertura y a los usuarios finales de esos servicios.

Contrainforme: realpolitik pura y dura

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Andrés Manuel López Obrador es un hombre ideológicamente ecléctico. No es socialista, aunque simpatiza con algunas ideas del socialismo, y no es liberal en ninguna de las acepciones del liberalismo, por más que se proclame como tal. Propone un Estado de bienestar y tiene rasgos doctrinarios del conservadurismo y del cristianismo, pero tampoco es socialdemócrata ni democristiano (véase mi trilogía “Descifrando a AMLO” en Proceso 2210, 2212 y 2214).

Es casi inclasificable, y sólo se me ocurre crearle una casilla de populismo de ornitorrinco, dicho sea con todo respeto y a falta de un mejor término: la mezcla de piezas muy dispares –incluyendo una versión intuitiva de la cultura woke/cancel aplicada a comunidades indígenas– con el rechazo a intermediarios entre el líder y el pueblo, un común denominador de los populistas a quienes entronizó la crisis de la democracia representativa.

¡Auxilio!

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Conforme se acercan las elecciones del año 2021 arrecian las llamadas de auxilio para evitar, se dice, la extinción de las libertades y la caída de la democracia. Otra vez el peligro para México, vieja canción con nueva letra. Pero, como antes, ésta no es otra cosa que un montaje para defender privilegios caducados o que están cerca de ser por fin abolidos.

El peligro de que la libertad de expresión (Art. 6º) -no se habla inexplicablemente de la libertad de difusión de las ideas por cualquier medio (Art. 7º)— sea aplastada por la 4T no tiene ningún elemento vinculable. El gobierno no ha silenciado a nadie. No hay censura alguna. Lo que molesta es la réplica del, ahora, objeto principal de la crítica, el presidente, pero esa también es un derecho constitucional que no se quiere reconocer a plenitud o sin regateos.