CIUDAD DE MÉXICO (apro).–La frase que da título a esta columna es del excampeón del mundo, Mijaíl Botvinnik, el patriarca del ajedrez soviético el cual, curiosamente, tenía una escuela de ajedrez para alumnos avanzados. Vladímir Krámnik y Garry Kaspárov, entre otros, fueron pupilos de esta escuela. Y aquí lo interesante es la reflexión que hace Botvinnik. ¿Cómo puede ser que el ajedrez no pueda enseñarse? La frase tiene truco porque finalmente, la enseñanza en ajedrez y en cualquier otro campo del conocimiento, tiene que ver con el desarrollo de las ideas que los alumnos pueden ir adquiriendo de acuerdo a los conocimientos presentados.
Por ejemplo, si usted quiere estudiar física y enfrenta las leyes de Newton, no basta que se enuncien estas. Aquí hay que mostrarle a los alumnos ejemplos de cómo estas leyes se aplican en una infinidad de fenómenos físicos. Vamos, hay que tener un enfoque pragmático: que el alumno vea, sienta, se dé cuenta cómo las leyes se aplican y del cómo la naturaleza se comporta en la mecánica clásica. Cuando se ha aprendido esto, el conocimiento queda y así los estudiantes aprenden.