Donald Trump dejará la Casa Blanca

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Faltan casi 80 días para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, pero se sabe que Donald Trump no podrá reelegirse. Joe Biden no será el triunfador, sino que el actual inquilino de la Casa Blanca ha de ser el perdedor, como le ocurrió a Hillary Clinton, la cual perdió por sí misma.

La (ex) subsecretaría de Comunicaciones: la chiquita y la fea

El nuevo secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz, anunció la desaparición de la Subsecretaría de Comunicaciones. La pregunta es ¿qué jerarquía y relevancia tendrá dentro de la Cuarta Transformación la instancia encargada de elaborar y conducir las políticas de telecomunicaciones y radiodifusión?

La primera mala noticia es que la cancelación de esa Subsecretaría no obedece a un plan maestro de conectividad ni a un rediseño institucional ni reglamentario para la expansión de la cobertura de Internet. Responde al decreto de austeridad que el 23 de abril adelantó la cancelación de 10 subsecretarías.

Orta y Sheinbaum: tiro de gracia a la presunción de inocencia

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Como es de conocimiento público, Jesús Orta, primer secretario de seguridad pública en el Gobierno de la Ciudad de México de esta administración se encuentra bajo investigación y se ha solicitado orden de aprehensión por el presunto delito de delincuencia organizada. El delito que se le imputa a Orta amerita prisión preventiva oficiosa, de acuerdo al artículo 3º, segundo párrafo de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y el artículo 4º establece distintos tipos penales que tienen en común que si el imputado es hallado culpable por la autoridad jurisdiccional competente no alcanzaría libertad bajo fianza o caución por la media aritmética de las penas privativas de la libertad en los distintos supuestos que superan los cinco años. El asunto tiene varias aristas que reclaman un análisis puntual. Veamos.

Justicia o harakiri

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La corrupción política no se combate con corrupción judicial. ¿Tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador la intención y la posibilidad de salir de ese funesto círculo vicioso? ¿Está dispuesto a no hacer un uso político de la justicia en el proceso contra Emilio Lozoya y a garantizar la limpieza del juico respetando a cabalidad la autonomía de la Fiscalía General de la República? ¿Su prioridad es hacer justicia con estricto apego a la ley y dar un paso decisivo hacia la instauración de un verdadero Estado de derecho, condición fundamental para la existencia de una auténtica democracia? ¿O el líder de la 4T tiene otros planes?

Hasta el momento, son más los elementos para pensar que el mandatario utilizará su poder sobre la Fiscalía –cuya autonomía constitucional está limitada en los hechos por la voluntad presidencial– para intervenir en el proceso judicial con miras a las elecciones intermedias del año próximo.

“Presidencialismo performativo”

 

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Todo el evento es un magnífico montaje. En un enorme hangar de dimensiones descomunales, el avión presidencial es expuesto como un símbolo de los excesos del pasado. Parado frente a él, y minúsculo en contraste, Andrés Manuel López Obrador dedica una conferencia mañanera a mostrarlo de nuevo, en todo su terrible esplendor. Los periodistas pasean por su pasillo central, constatan los lujos, toman fotografías de las sábanas y las toallas. Y el presidente se vuelve el maestro de ceremonias, el atizador de los agravios, el removedor del rencor. En campaña permanente, se encarga de recordar por qué ganó y tantos indignados lo apoyaron. La aeronave es un insulto al pueblo de México, y tiene razón. Pocos objetos engloban una era de derroches como el Dreamliner que tanto costó y tanto sigue costando. El avión ilustra la portada de un panfleto político. Agitprop puro.

Gran debate sobre cubrebocas

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En tanto el tsunami del coronavirus arrasa con casi medio centenar de miles de vidas en México, los grandes debates oficiales giran en torno a profundas cuestiones que ameritan amplísimos conocimientos de ciencia, histrionismo, arte, filosofía, historia, esoterismo, astrología, dramaturgia, entre muchos más. Una de ellas es la de si el cubrebocas sirve o no como medida de protección sanitaria. Problema ese de complejísima naturaleza, según eso.

Parte de ese debate es el saber a ciencia cierta, si los grandes empresarios muy amigos del régimen, al entrar a Palacio Nacional, por cortesía mínima y al margen obviamente de la salud, deben quitarse el cubrebocas que unos instantes antes de acceder a tal recinto purificante, son parte de su elegante indumentaria.

Estrategia Nacional de Ciberseguridad

Confianza es la palabra clave para un ecosistema digital seguro. Es la credibilidad que le otorgamos a una entidad (persona, organización o dispositivo) a la hora de realizar una operación con nuestros datos. Para tener bienestar se requiere necesariamente de ciberseguridad. El acceso a Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y las actividades en el ciberespacio tienen una importancia cada vez mayor, pero los riesgos asociados a estar conectados también se han incrementado y lo harán aún más en el futuro.

El reciente Informe Anual de la Estrategia de Seguridad Pública señala que existe un proyecto de iniciativa de Ley Federal de Ciberseguridad, el cual se encuentra en la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República. Sin embargo, el gobierno de la Cuarta Transformación no ha definido su propia Estrategia Nacional de Ciberseguridad, la política pública del gobierno federal para que México sea un país más preparado y resiliente ante ciberataques.

Lenguaje y barbarie

¡CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Las palabras son lo propio del ser humano. Todo el pensamiento, toda la cultura y sus objetos están hechos de ellas. No en vano el Evangelio de Juan dice que en el principio era la palabra. Ellas son la raíz y el fruto de nuestra experiencia. Son también el lugar del sentido y del diálogo. Cuando vacilan, es decir cuando pierden su capacidad significante, las sociedades se extravían y el caos y la violencia reinan.

Yo tengo para mí que una buena parte de la profunda crisis civilizatoria que hoy vivimos tiene su origen en ello. La época de mayor comunicación coincide también con una era de barbarie. La razón es que el lenguaje ha ido perdiendo en la comunicación misma no sólo su riqueza y densidad, sino también el respeto que el hablar merece.