Los desastrosos efectos del covid-19 en la frontera México-Estados Unidos

Por David R. Maciel / Análisis

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La contingencia ocasionada por el covid-19 ha causado terribles consecuencias a nivel mundial, y ciertamente ha desarrollado particularidades dependiendo de cada región. Una de las más afectadas -y con el potencial de detonar una terrible crisis- es la frontera México-Estados Unidos. En sí, la zona fronteriza ha sido definida (según el acuerdo de La Paz entre México y E.U. de 1983) como el área de 100 km hacia adentro a partir de la línea divisoria. Su población es de aproximadamente de 15 millones de habitantes y se espera que sea al menos el doble en 2025.

Reabrir México: ¿cómo y cuándo?

Andrés Manuel López Obrador tiene prisa. Prisa por decretar que ya se aplanó la curva del coronavirus, prisa por reabrir la economía, prisa por declarar el fin de la pandemia.

Poco importan la cifras o los cuadros o las conferencias nocturneras de Hugo López-Gatell o los muertos por venir. Lo suyo es la política, no la salud. Y por eso quiere que el país suspire de alivio y piense que lo peor ha pasado.

Reabrir México: ¿cómo y cuándo?

 

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Andrés Manuel López Obrador tiene prisa. Prisa por decretar que ya se aplanó la curva del coronavirus, prisa por reabrir la economía, prisa por declarar el fin de la pandemia. Poco importan la cifras o los cuadros o las conferencias nocturneras de Hugo López-Gatell o los muertos por venir. Lo suyo es la política, no la salud. Y por eso quiere que el país suspire de alivio y piense que lo peor ha pasado. Ve las encuestas y sabe que la población aprueba su manejo del tema sanitario, pero desaprueba su manejo del tema económico. Le urge anunciar que México renace, reactiva y echa a andar todo lo que se ha parado. Pero así como desestimó el impacto de la covid-19, desestima las implicaciones de regresar a la actividad económica sin un mapa de ruta. Si el gobierno no tiene un plan bien trazado y mejor ejecutado, acabará en el peor de ambos mundos: con miles de mexicanos infectados y con una reapertura económica precipitada que los produjo.

Nueva Guía Bioética y la evasión mañanera

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Este tema se inscribe en el marco del ya inveterado y aparentemente planeado descuido de la palabra. Al descuidarse, se convierte el lenguaje en vehículo de una evasión, de una fuga hacia el sinsentido.

Fuga, evasión de la realidad cruel, punzante, violenta, de crimen organizado, muerte viral insólita, racismo con migrantes pobres de países hermanos para complacer al trumpismo, colapso de pequeñas y medianas empresas, pobreza galopante. Evasión que perjudica a la muchedumbre porque se le imponen ficciones, fantasías adormecedoras fuera de lugar. Fuga hacia una región de “sonrisas de gato sin gato” en la lógica vacacional del matemático Lewis Carroll, el de las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas. Evasión o huida del indispensable enfrentamiento con la realidad quemante para superarla.

Bailes de la justicia electoral

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En 2012 el Tribunal Electoral aprobó por unanimidad, en apelación, que el presidente de la República podía enviar cartas ofreciendo créditos del Fovissste, aun en temporada electoral, porque eso no era propaganda y mucho menos personalizada (expediente SUP-RAP-345/2012 y acumulados).

Lecciones desde el exilio para los náufragos del virus

Nada es familiar en un mundo que se ha vuelto estrecho y ajeno.

Todo lo que creíamos estable y predecible parece ahora enmarañado y amenazante. No es posible ya interactuar con la familia o los amigos cara a cara, ni menos abrazarlos o tocarlos, y las rutinas, códigos y hábitos a que nos habíamos acostumbrado ya no sirven para navegar el día a día.

Muerte a la intemperie

La humanidad ha progresado mucho pero su endeblez no se ha dado por enterada. Los avances médicos permiten curar enfermedades que hace unas décadas diezmaban poblaciones, la gente vive ahora más y mejor que antes y, sin embargo, cada cierto tiempo aparece un nuevo virus que nos sojuzga y nos recuerda nuestra vulnerabilidad y nuestra finitud.

La soberbia de quienes se jactan de haber “dominado” a la naturaleza se agazapa en espera de que pase el peligro. La cima de la pirámide social es envuelta por nubarrones de desamparo; también las élites se descubren frágiles, indefensas ante la muerte.

Extraño el rayito de esperanza

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso). – Soy asiduo a las conferencias matutinas de Andrés Manuel López Obrador. Sólo por razones de fuerza mayor llego a perderme alguna. No me gusta que me cuenten lo que dijo y me fastidia encontrarme con citas suyas sacadas de contexto.

Sin embargo, debo confesar que, una vez comenzada la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, me está resultando difícil conectar con los mensajes presidenciales. Han dejado de provocarme empatía, curiosidad o entusiasmo, para convertirse en una tarea que debo cumplir por mera disciplina profesional.

Extraño el rayito de esperanza

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Soy asiduo a las conferencias matutinas de Andrés Manuel López Obrador. Sólo por razones de fuerza mayor llego a perderme alguna. No me gusta que me cuenten lo que dijo y me fastidia encontrarme con citas suyas sacadas de contexto. 

Sin embargo, debo confesar que, una vez comenzada la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, me está resultando difícil conectar con los mensajes presidenciales. Han dejado de provocarme empatía, curiosidad o entusiasmo, para convertirse en una tarea que debo cumplir por mera disciplina profesional.