El ajedrez no se enseña, sólo se aprende

CIUDAD DE MÉXICO (apro).–La frase que da título a esta columna es del excampeón del mundo, Mijaíl Botvinnik, el patriarca del ajedrez soviético el cual, curiosamente, tenía una escuela de ajedrez para alumnos avanzados. Vladímir Krámnik y Garry Kaspárov, entre otros, fueron pupilos de esta escuela. Y aquí lo interesante es la reflexión que hace Botvinnik. ¿Cómo puede ser que el ajedrez no pueda enseñarse? La frase tiene truco porque finalmente, la enseñanza en ajedrez y en cualquier otro campo del conocimiento, tiene que ver con el desarrollo de las ideas que los alumnos pueden ir adquiriendo de acuerdo a los conocimientos presentados.

Por ejemplo, si usted quiere estudiar física y enfrenta las leyes de Newton, no basta que se enuncien estas. Aquí hay que mostrarle a los alumnos ejemplos de cómo estas leyes se aplican en una infinidad de fenómenos físicos. Vamos, hay que tener un enfoque pragmático: que el alumno vea, sienta, se dé cuenta cómo las leyes se aplican y del cómo la naturaleza se comporta en la mecánica clásica. Cuando se ha aprendido esto, el conocimiento queda y así los estudiantes aprenden.

Humor y política

Ciudad de México (Apro).– Acabamos de celebrar el año nuevo, un acontecimiento que se enmarca en la festividad de la Navidad que concluirá el 6 de enero. Más que ésta, la de fin de año está puntuada por el deseo y la alegría desmedida de que el año que se inicia arrasará con los males de ayer y será mejor. Hay, sin embargo, en el fondo de ese jolgorio que frisa la trivialidad, la huella de una virtud: el humor. Quizá la tendencia a confundirlos sea una de las causas de muchos de los males que padecemos y que, pese a nuestros buenos deseos, se agravarán.

El humor no es la fugaz algarabía que nos saca de nosotros mismos y cuando concluye nos arroja de nuevo a las angustias y sinsabores de lo real, a la seriedad de la vida, sino un estado profundo del alma que Jankélévitch define como “la cortesía de la desesperanza”.

#EsClaudia una tramposa

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Antes de que finalizara 2022, anuncios espectaculares tapizaron diversas ciudades del país con la silueta en perfil de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el hashtag #EsClaudia. Se trata de un acto ilegal y anticipado de precampaña.

Esa propaganda viola flagrantemente el artículo 134 constitucional sobre el uso indebido de recursos públicos y la promoción personalizada. La Carta Magna advierte que la propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, sólo deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social.

Adiós al Conacyt y a los Centros Públicos de Investigación

Ciudad de México (Proceso).– La iniciativa de ley en materia de ciencia y tecnología que ha enviado al legislativo el gobierno de López Obrador tiene por objetivo terminar de manera radical con el actual Conacyt y con los Centros Públicos de Investigación adscritos a este Consejo, además de dar paso a un modelo de política científica basado más en supuestos que en procesos sustantivos adecuados a las disciplinas científicas.

Si se aprobara la propuesta Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, de la noche a la mañana concluiría una larga historia de la comunidad científica en México que tuvo por propósito crear un marco jurídico e institucional propio, diseñado ad hoc, propicio para el desarrollo de instituciones y de comunidades científicas y tecnológicas que reconocieran su especificidad y naturaleza, necesarias para la creación de conocimientos, para la formación especializada y para la difusión y aplicación de los mismos.

Cuando el ajedrez es aburrido

CIUDAD DE MÉXICO (apro).–Los empates en ajedrez nunca han sido bien vistos y se supone que lo que busca la afición son esas batallas sangrientas donde se dan “hasta con la cubeta”. Y entonces, cuando ocurre un empate soso, sin lucha, los ajedrecistas son criticados por su falta de esfuerzo en el tablero. Se esgrime además que si se quiere hacer el ajedrez comercialmente más atractivo, se requieren esquemas que impidan los empates o que al menos, los minimicen, porque como están las cosas, estos empates en el ajedrez de elite “duermen a un camello” y el ajedrez entero deja de ser atractivo para todos.

Rechazo absolutamente esta idea. La naturaleza del ajedrez tiene entre sus resultados el empate. Hay además, de empates a empates y no todos son aburridos o sin lucha. Por ejemplo, consideremos una de las  primeras partidas entre los grandes maestros Ding y Radjábov. Un empate en donde los jugadores siguieron una partida que ya habían jugado, en el gambito Marshall, que además, tiene fama de ser muy agudo pero que con la teoría moderna conocida y las herramientas defensivas que poseen los jugadores hoy día, suele llevar a empates anodinos.

Migración: nada para presumir

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Conforme al acuerdo de Naciones Unidas, el 18 de diciembre de cada año se conmemora el Día Internacional del Migrante. Para nuestra región y para buena parte de la población mundial, el aniversario se recibe con esperanza y al mismo tiempo con intenso dolor. Han sido muy duros los últimos años para la vida de las personas que emigran, especialmente para aquellas que lo hacen de manera forzada y que, desafortunadamente, se cuentan por millones.

Son diversos y poderosos los factores que obligan a buscar alternativas de vida en otros países, como también son poderosos los obstáculos físicos y, especialmente, los políticos implementados por gobiernos que hacen más por frenar que por proteger los derechos fundamentales de migrantes y refugiados.

TFJA, el otro debate

Ciudad de México (Proceso).– El actual Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) se creó en enero de 1937 como Tribunal Fiscal de la Federación y de esa fecha al día de hoy tanto su naturaleza jurídica –pasó de depender del Poder Ejecutivo a ser actualmente un organismo autónomo constitucional– como sus atribuciones, de atender únicamente asuntos de orden fiscal a tener competencia para dirimir las controversias entre la Administración Pública Federal y los particulares.

Hay en proceso una reforma a la Ley Orgánica de este órgano jurisdiccional que resulta preocupante. Veamos.

Censura e intolerancia; réplica a “La Jornada Semanal”

Ciudad de México (Proceso).– Varias veces en estas páginas he hablado de la tolerancia, una virtud menor que, sin embargo, en estos tiempos ha adquirido relevancia. Digo menor, porque la tolerancia –capacidad de “soportar”– es una forma inferior de una virtud más alta: el respeto –“dar su lugar a alguien”–. La frase de Voltaire lo define bien: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

Perdido el respeto, nos queda, sin embargo, la tolerancia. Pero ¿cuál es su límite?, ¿cuándo la tolerancia se vuelve intolerable? “Decir que hay algo intolerable –pregunta Compte-Sponville– ¿demuestra siempre intolerancia? o para serlo hay que tolerar todo. Si debemos tolerar que López Obrador –cuyo “pecho no es bodega”–, despotrique contra periodistas, intelectuales, escritores, poetas, ¿por qué no tolerar también que se les censure y que incluso se les persiga, se les encarcele y se les asesine? Una tolerancia universal “sería moralmente condenable, porque olvidaría a las víctimas”. Tolerar el sufrimiento de otro o de uno mismo; tolerar la injusticia de la que uno no es víctima o de la que se es, tolerar una humillación que nos elude o que podemos dejar pasar, ya no es tolerancia, es egoísmo, indiferencia o cobardía. Podemos discutir si López Obrador tiene, como presidente de la República, derecho a expresarse de otros con la libertad de un ciudadano común. A lo que no tenemos derecho, aunque se pudiera, es a prohibírselo. Por lo mismo tampoco alguien tendría derecho, en nombre de la opiniones y descalificaciones de López Obrador, a censurar a alguien por esgrimir y publicar posiciones o juicios contrarios a él. Aceptarlo es no sólo asentir o ser cómplice de un acto despótico. Es aceptar también que mañana se persiga, se encarcele e incluso, se asesine como ya sucede con muchos periodistas. Se empieza por quitar unas líneas, por no publicar un argumento incómodo y se termina quemando libros y personas. En esos momentos la tolerancia termina y la intolerancia se convierte en virtud. Hay cosas intolerables, como las persecuciones, los asesinatos, las desapariciones, las extorsiones, que debemos denunciar y combatir. Pero también hay lo que puede tolerarse y, sin embargo, no debemos tolerar porque es despreciable y odioso, porque abre la puerta a otras desgracias.

Inteligencia Artificial para reconocer a los autores de textos

CIUDAD DE MÉXICO (apro).–Hay una teoría conspiratoria, desde hace cientos de años, sobre si William Shakespeare es el autor de las obras que supuestamente escribió. Para esto, se ha estudiado la posibilidad de que Shakespeare fuese solamente un seudónimo de alguien que no quería poner –por la razón que fuese– su nombre real. Se especula pues si William Shakespeare pudo haber escrito todas esas obras de su supuesta autoría. La pregunta es si hoy tenemos la tecnología para que nos ayude a resolver esta cuestión.

El tema cae en las maneras que los seres humanos actuamos. Por ejemplo, los grafólogos pueden –en teoría al menos– descubrir cómo son las personas con solamente analizar sus escritos a mano, su firma, entre otras cosas. Y es que los seres humanos repetimos conductas, maneras de actuar, de escribir y de hablar, lo que nos caracteriza muchas veces en diferentes ámbitos.