Los abogados de Carlsen buscan desestimar la demanda de Niemann

CIUDAD DE MÉXICO (apro).–Hace un par de meses el mundo del ajedrez se volvió popular, pero no por las partidas brillantes de algún jugador, sino porque el Campeón del Mundo, Magnus Carlsen, acusó formalmente de tramposo a un joven Gran Maestro estadounidense, Hans Niemann. Por alguna razón el mejor jugador del planeta estaba ya fastidiado con enfrentar a un ajedrecista con mala fama y entonces se negó a jugar contra el sospechoso de hacer trampas. Esto movió a todo el mundo del ajedrez, pero más aún cuando en una partida rápida, en línea, Carlsen simplemente abandonó el encuentro en la jugada 2 contra el estadounidense Niemann.

Pasaron algunas semanas y de pronto una nueva bomba cayó en el tablero escaqueado. Era ahora Niemann quien demandaba legalmente a Magnus Carlsen, a Hikaru Nakamura y al sitio Chess.com, de difamarlo porque, a decir de sus dichos, él no había hecho trampa en partidas de torneos presenciales. La demanda de Niemann es de unos 100 millones de dólares al menos. Sin embargo, Hans Niemann tiene cola que le pisen, porque ya había él aceptado que había hecho trampa en los torneos en línea.

Peligrosa Carta de Derechos de la Persona Digital

Twitter: @beltmondi

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Lo que debiera ser un código de buenas prácticas y un conjunto de derechos digitales de la población reconocidos por nuestra legislación, la Carta de Derechos de la Persona Digital del Sistema Nacional de Transparencia es una espada de Damocles y un peligro latente de regulación del ecosistema digital basado en el desconocimiento y el dogmatismo.

No es una reforma electoral solamente

Ciudad de México (Proceso).– La Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados publicó el pasado 28 de abril una iniciativa de reforma constitucional en materia electoral, enviada por el presidente López Obrador. Se trata de un documento que debe ser revisado públicamente con todo detalle y, sobre todo, es necesario hacer notar sus alcances, que son de enorme escala.

No es una iniciativa electoral solamente, pues sus implicaciones apuntan a rehacer, literalmente, la estructura de las instituciones del Estado y el sistema político entero. La propuesta está muy lejos de una simple reforma que ajusta algo; en realidad se trata de una iniciativa que pretende crear “otro algo” por completo.

La ilusión

Ciudad de México (Proceso).– Nuestras lenguas, que a fuerza de flexionarse oscurecieron las raíces de las palabras donde, decía Isidoro de Sevilla, se encuentra el significado, se han vuelto confusas. La verborrea mediática las ha oscurecido más. Donde mejor puede verse es en la política, sobre todo en las palabras “esperanza” y “democracia” que, de manera prematura, han vuelto a ponerse de moda con el tema electoral. Como siempre, se tiene esperanza en que la democracia, que tiende a reducirse a las elecciones, cambiará el estado de cosas en el que nos encontramos. De hecho, uno de los eslóganes con el que López Obrador llegó al poder fue: “Morena, la esperanza de México”. En cada periodo electoral, una esperanza semejante se repite: “Los que vengan cambiarán todo; serán mejores”.

El problema, sin embargo, es que la esperanza se ha confundido con la ilusión. La primera significa “la certeza de que un acontecimiento dichoso sucederá”. Cuenta con hechos repetidos en el tiempo. Por ejemplo, la esperanza de una mujer que “espera un hijo”. Sería una rareza que ese acontecimiento no llegara a realizarse. La ilusión, en cambio, es el “engaño”, la creencia de que algo que nunca o casi nunca ha sucedido sucederá.

Militares, luces y sombras

Ciudad de México (Proceso).– El Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea Mexicana en las más recientes décadas habían venido jugando un papel de subsidiaridad de las autoridades civiles en emergencias por desastres naturales, en las campañas de vacunación y en otras actividades de naturaleza social, circunstancia que permeó en el ánimo colectivo y, por esa razón, hacerse de una importante confianza en la opinión pública.

Las cosas, ahora, empero han ido cambiando. Veamos.

Militarismo: la desmemoria del origen de la violencia

¿Dónde comenzó la aceptación? ¿O sería más pertinente nombrarla resignación? ¿Cuándo sucedió que prefirieron al soldado armado pisando las calles? ¿Cuándo terminó por parecer normal que los militares fueran el último recurso para conseguir la paz entre las personas que habitamos este país? ¿De qué manera ocurrió que decidimos abrazar la cultura autoritaria que coloca al gobierno militar sobre los asuntos civiles?

Es incontrovertible: nuestra alma se militarizó y la inmensa mayoría quiere a las Fuerzas Armadas a cargo. Si nos asaltan en el transporte público, si el narcomenudista visita la escuela de las hijas, si la empresa criminal extorsiona nuestro negocio, si nos roban en la casa, si sufrimos un secuestro, si sucede la tragedia de un homicidio, queremos –de manera abrumadora– que sean los soldados quienes nos defiendan en primera instancia.

Los medios, dos valoraciones ante el covid

El papel de los medios en un régimen democrático reside, por definición, en informar de manera veraz y formar opinión pública a la luz de las más distintas visiones políticas e ideológicas que dan vida al pluralismo.

En México el cambio de régimen no ha traído las mejores noticias para la prensa y el impacto del covid-19 tampoco conmovió al poder público en su relación con los medios, como sí ha sucedido en países de democracias consolidades o en vías de serlo.