El país idílico que AMLO dejará a los mexicanos, un relato basado en la posverdad, en los “otros datos”

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En el relato que construyó el presidente Andrés Manuel López Obrador a lo largo de seis años en las conferencias de prensa mañaneras –y el cual sintetizó ayer domingo en su último informe de gobierno en el Zócalo capitalino–, México es un país idílico.

En ese país, México tiene el sistema público de salud “más eficaz en el mundo”, tan eficaz, que es “mejor que en Dinamarca”. No importa que esa afirmación sea falsa. Lo que importa es que él lo dice y que muchos mexicanos le creen.

Bolfy Cottom: Tropiezos de la “política” cultural

Son varias líneas generales las que el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia recorre para analizar la conducción de la cultura mexicana desde la cúpula. Una de ellas es la falta de rigor en el diagnóstico de las problemáticas; otra, la compulsión por realizar múltiples actividades como si se tratara de una agencia de espectáculos. Lo cierto es que la euforia y las buenas intenciones en el arranque de la administración pronto se han vuelto desencanto. Y hoy el “gran desafío” es conciliar desarrollo social y fortaleza de nuestra identidad –como en el caso del Tren Maya–, reconociendo pluralidad y diversidad para no caer en la confrontación, “porque hay una intolerancia palpable”.

A un lustro del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador y a seis meses de cumplir cinco años de gobierno, el análisis de la política cultural de las instituciones dista de ser positivo:

El juego de los destapados, una bomba de tiempo en el partido del presidente

Todos han sido vitoreados por la militancia rumbo a las elecciones presidenciales de 2024, pero no todos han recibido el cálido apapacho del presidente López Obrador y entre esos favorecidos, sólo uno fue destapado por el propio mandatario. Es así como esas diferencias entre la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el canciller, Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el senador Ricardo Monreal juegan contra la frágil cordialidad que reina entre los aspirantes a la candidatura de Morena para suceder a López Obrador.

A un año y medio de que Morena defina su candidato para las elecciones presidenciales de 2024, sus principales aspirantes: la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el senador Ricardo Monreal están acelerando su carrera por la nominación del partido que, según todas las encuestas actuales, permanecerá en Palacio Nacional después del mandato de Andrés Manuel López Obrador.