CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Más incógnitas que certezas despierta el proyecto de convertir la ahora residencia oficial de Los Pinos en “uno de los complejos culturales más grandes del mundo”, como propuso durante su campaña el presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Además de determinar qué destino tendrá cada uno de los inmuebles y espacios que hasta hoy ocupan las oficinas de Enrique Peña Nieto y sus cercanos colaboradores, la casa donde habita con su familia, el enorme edificio de cristal que mandó construir (Proceso, 1976), las oficinas del Estado Mayor Presidencial, los salones de ceremonias y los jardines, entre otros, saltan varias preguntas: