CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El escándalo del espionaje a periodistas y activistas mexicanos denunciado hace un par de semanas por The New York Times deja al descubierto la debilidad del Estado mexicano para enfrentar este tipo de crisis, pues no hay instancia capaz de integrar una investigación imparcial y creíble que permita sancionar a los responsables y brindar las mínimas garantías a la ciudadanía.
La Procuraduría General de la República (PGR) es una de las instancias que presuntamente poseen el sistema de espionaje Pegasus, utilizado en las labores denunciadas por el diario estadunidense, por lo que el anuncio de que la encargada de abordar el caso será la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión no garantiza una actuación imparcial, pues depende de una de las instituciones a las que deberá investigar.