Estados Unidos se revela

Ariel Dorfman

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Estados Unidos reveló su verdadero ser al elegir a Donald Trump –un predador ignorante, mendaz y matón, un racista que odia y teme a los latinos, a los musulmanes y a las mujeres, un hombre que no cree que el planeta esté en peligro de colapsar por razones climáticas y que va a aumentar la aflicción y desventura de los habitantes más necesitados de su país y del mundo entero.

Carta abierta al CNI y al EZLN

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Queridos compas:

Saludo la determinación que asumieron durante el Quinto Congreso Nacional Indígena de nombrar un consejo de gobierno “cuya palabra sea materializada por una mujer indígena delegada como candidata independiente para contender en el proceso electoral 2018”. Contra la estrecha univocidad de los discursos de las partidocracias y la imbecilidad de los actos criminales que los acompañan, le han dado de nuevo al país no sólo una lección de imaginación, dignidad y valentía. Le han dado también una bocanada de oxígeno en medio de tanta muerte, de tantas desapariciones, de tantas fosas clandestinas creadas al unísono por el crimen organizado y las fiscalías (recuerden las de Tetelcingo en Cuautla, Morelos, fabricadas no por Los Zetas, sino por un gobernador que se ostenta como un “hombre de izquierda progresista”).

El fascismo en la sociedad

Marta Lamas / CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Hace años una autora –o un autor– cuyo nombre lamentablemente no recuerdo acuñó el concepto de “fascismo societal”. Con esa formulación aludía no a un régimen político, el tradicional de “fascismo” que surge en Europa en los años treinta y cuarenta del siglo pasado, sino a una expresión social. Ésta(e) intelectual señalaba que dicha forma de fascismo societal se despliega en este estadio salvaje del capitalismo que conocemos como “neoliberalismo” y, si no mal recuerdo, también planteaba cómo ciertas propuestas fascistas, aunque no se lleven a cabo, sirven para mantener aterrada y disciplinada a la población.

Da la impresión que nuestro país vive un proceso de “fascistización” social y que la propuesta del senador Jorge Luis Preciado (PAN) de permitirle las armas a la población es una expresión ominosa de ello. México ha tenido un lento proceso civilizatorio de despistolización, que ha contribuido, si bien todavía se queda corto, a frenar reacciones violentas de ciudadanos machistas que le vaciaban su pistola a quien los amenazara u ofendiera. La propuesta de Preciado aparece ahora, ante las dificultades de los grupos del Estado a cargo del control del delito, pero habría que interpretarla como un indicador más de la descomposición política que estamos viviendo y que augura el aumento del fascismo societal.

INAI, enemigo de la transparencia

CIUDAD DE MEXICO (proceso).- A 13 años de la entrada en vigor de la legislación en materia de transparencia y acceso a la información, el sistema no ha funcionado para saber más sobre las violaciones graves a derechos humanos, a pesar de que desde su promulgación, el 11 de junio de 2002, la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental señalaba explícitamente en su artículo 14: “No podrá invocarse el carácter reservado cuando se trate de la investigación de violaciones graves de derechos fundamentales o delitos de lesa humanidad”.

Las diferencias suscitadas entre tres organizaciones de la sociedad civil y el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, por un lado, y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), por el otro, por los casos y la información que se incluyen en la plataforma Memoria y Verdad, evidencian claramente que “la falta de compromiso de los intérpretes de la Ley con la verdad” (como señaló en su discurso Ana Cristina Ruelas) es el principal factor que entorpece y retarda el proceso de apertura de la información en México.

Carta abierta a Enrique Peña Nieto

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Querido Enrique, no así, querido presidente. Hay, me afano aún en creerlo, una distancia entre el hombre que usted es y el que se expresa en el cargo que detenta. No digo con ello que no haya mucho de Enrique Peña Nieto en las acciones y los discursos del presidente. Digo que usted, en tanto ser humano, es más que esa parte de sí que, en su actuar como representante del Ejecutivo, tiene sumido al país en un horror más profundo que el que heredó de la administración pasada.

Quiero, en este sentido, apelar al corazón que me dijo poseer cuando le reclamé lo contrario en nuestro diálogo en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, el 28 de mayo de 2012. Si es así, será capaz de comprender mi crítica y darnos una respuesta en el sentido del corazón, cuyas razones, decía Pascal, la razón –que muchas veces es inhumana– desconoce.

Muera el mal gobierno

Héctor Tajonar

CIUDAD DE MEXICO (proceso).- Pareciera una condena o una maldición. La demanda popular de acabar con los gobiernos fallidos y corruptos que hemos padecido sigue vigente –hoy más que nunca–, dos siglos después de que Miguel Hidalgo iniciara el movimiento de Independencia al grito de “¡Viva Fernando VII y muera el mal gobierno!”.

Más sobre la imbecilidad

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El pasado 5 de septiembre, en el periódico Reforma, Jesús Silva Herzog Márquez, en un lúcido y duro artículo, “La estupidez y la traición”, definió la invitación de Donald Trump a México como “una estupidez” típica de nuestra historia política. La estupidez –cuyo sentido etimológico es “aturdimiento”– es una buena palabra para definir el acto presidencial. Pero hay otra mejor para definir no sólo esa invitación sino la temperatura de la vida política de nuestro país: la imbecilidad.

La imbecilidad es –según las definiciones tautológicas de los diccionarios– la cualidad de los imbéciles. La palabra, al igual que “estupidez”, es muy dura. Connota un insulto. El escritor Georges Bernanos solía llamar “imbéciles” a los políticos y a los intelectuales insensatos. Sin embargo, en su denotación, es decir, en su sentido propio, imbécil no es un calificativo sino un sustantivo cuyo sentido etimológico (del griego imb, “sin”, y de bakulum, “báculo”), se refiere o bien a quien no tiene un soporte para caminar (la sabiduría en la antigüedad y entre los pueblos indios está asociada con la vejez, que se representa con la imagen de un anciano apoyado en un bastón) o a quien ha perdido la autoridad, la realeza (el báculo en nuestra tradición es el bastón de madera, largo y curvo en su extremo superior, que usan los obispos como símbolo de su autoridad espiritual).

¿Cuánto durará esta nueva tregua?

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Hace dos años, justo cuando festejaba la aprobación de las leyes secundarias de la reforma energética –la última de las llamadas reformas estructurales–, el presidente Enrique Peña Nieto enfrentó el primer gran escándalo de su sexenio: la desaparición de los 43 normalistas de ­Ayotzinapa.

Y desde entonces prácticamente no ha tenido respiro: los escándalos, las crisis, los conflictos, los errores y los abusos de autoridad se han sucedido uno tras otro, con un impacto acumulado en la disminución de la credibilidad y popularidad del presidente, así como la consecuente pérdida de gobernabilidad.

El fatídico tramo final

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Al menos desde Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), alrededor del cuarto informe de gobierno se inicia el debilitamiento del poder presidencial y ocurren eventos y decisiones negativos para el país. En algunos sexenios la crisis se evidencia antes, pero en los últimos ocho los estragos se manifestaron en la parte final del mandato y dejaron profunda huella en la vida nacional.

Todavía está fresca en la memoria la matanza del 2 de octubre de 1968, justo un mes después del cuarto informe de Díaz Ordaz y prácticamente en vísperas de la inauguración de los Juegos Olímpicos.