FURIA Y VENGANZA POR AYOTZINAPA

Marta Lamas

MEXICO, DF, 25 de octubre (proceso).- Hannah Arendt decía que “la furia no es de ninguna manera una reacción automática frente a la miseria y el sufrimiento como tales; nadie se enfurece ante una enfermedad incurable o un terremoto, o frente a condiciones sociales que parecieran imposibles de modificar. Solamente en los casos en que tenemos buenas razones para creer que esas condiciones podrían ser cambiadas, pero no lo son, estalla la furia. No manifestamos una reacción de furia a menos que nuestro sentido de justicia se vea atacado”. Este razonamiento de la filósofa da una explicación de lo que se ha querido plantear como actos vandálicos o irracionales (la quema y destrucción de oficinas) relacionados con los dolorosos acontecimientos de Ayotzinapa.

EL ESPEJO DE TLATLAYA

Héctor Tajonar

MÉXICO, D.F., 11 de octubre (proceso).- Imposible e inadmisible minimizar la trascendencia y significación de la matanza de Tlatlaya perpetrada por integrantes de las Fuerzas Armadas, así como los hechos que la sucedieron. La portada de Proceso 1978 que muestra un muro de ladrillo gris con dos impactos de bala y dos manchas de sangre es la representación simbólica de un país en descomposición en el que la violencia ha alcanzado niveles demenciales de crueldad, sin límites ni control, producida no sólo por los criminales, sino también por quienes tienen la responsabilidad de velar por la seguridad de la población. Tlatlaya es un espejo del México actual.

LA NUEVA DICTADURA

Javier Sicilia

MEXICO, DF, 27 de septiembre (proceso).- El crimen en nuestro país tiene un doble rostro: el que viene de las organizaciones criminales y se denomina delito, y el que viene del Estado y se denomina violación a los derechos humanos. Esto último fue, en el fondo, lo que motivó a Felipe Calderón a entrampar la Ley General de Víctimas en una controversia constitucional durante los últimos meses de su mandato. No quería aceptar “aún se niega a hacerlo” el crimen de Estado. La ley se promulgó, sin embargo, a comienzos de la administración de Enrique Peña Nieto. Pero el gobierno, cada vez que se refiere a ella, la reduce al delito.

BARACK PEÑA

John M. Ackerman

MÉXICO, D.F., 20 de septiembre (proceso).- La clase política de Estados Unidos se niega a aceptar la realidad de la estrepitosa caída de su predominio económico, poder político e influencia ideológica en el mundo. Recurre una vez más a la fuerza de las armas como un acto desesperado por afianzar su control sobre los recursos y los pueblos del planeta. Las nuevas agresiones en Irak, Siria, Palestina y Ucrania fomentadas o dirigidas por Barack Obama, otrora Premio Nobel de la Paz, también le han permitido construir su propio pacto con la oposición, al estilo del “Pacto por México” de Enrique Peña Nieto, para unir a la clase política frente a las cada vez más contundentes críticas a su gestión, tanto desde la izquierda como de la derecha.

LA LÓGICA CRIMINAL DE LAS REFORMAS

Javier Sicilia

MEXICO, DF, 30 de agosto (proceso).- Cuando, delante de los demostrados efectos nocivos del fracking, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales “un ingeniero industrial, válgame Dios”, Juan José Guerra Abud, puede declarar que, en comparación con las ventajas en el orden del crecimiento del país, los daños ambientales que esa tecnología traerá son desdeñables porque “no hay actividad humana que no tenga impacto en el medio ambiente” (La Jornada, 20 de agosto de 2014), podemos decir que México no tiene remedio, que la lógica de los tecnócratas es la misma que la de los criminales.