Javier Sicilia
MÉXICO, D.F., 22 de marzo (proceso).- Otra vez, como en los tiempos de Felipe Calderón, las víctimas “esa palabra cuya etimología define a un ser vencido, atado, inmovilizado y destinado al sacrificio” comienzan a ser borradas de la interminable violencia que vive el país. Al igual que entonces, vemos todos los días grandes delincuentes que son atrapados por las fuerzas de seguridad y exhibidos como trofeos de guerra, vemos enfrentamientos, vemos aumentar el crimen y sabemos del miedo. Pero las víctimas, los sujetos dolorosos de la violencia, lo que hace que ella sea espantosa y terrible, hemos dejado nuevamente de estar. El gobierno nos ha ido reduciendo, una vez más, a las impersonales cifras de la estadística.